Solo unas horas después de que recusara al fiscal Eduardo Montealegre y a su segundo a bordo, Jorge Perdomo y pese a que el presidente Juan Manuel Santos instó a terminar el pugilato entre altos funcionarios del Estado, la contralora Sandra Morelli demandó a la auditora general, Laura Marulanda por haber iniciado indagaciones financieras en contra del órgano de control que dirige.
Marulanda comentó que anunció a Morelli cuatro auditorías a la Contraloría General que tienen que ver con el arriendo de la sede en el moderno edificio de Gran Estación en Bogotá, la gestión que con las regalías ha hecho la Unidad Anticorrupción, los contratos de prestación de servicios y los recursos que se invirtieron en la celebración de los 90 años del ente de control.
Aclaró la auditora que dichas indagaciones se iniciaron con base en denuncias públicas. Esa situación es igual a la que se presenta en la Fiscalía, donde se iniciaron las investigaciones en curso con base en denuncias de posibles irregularidades.
“Al anunciarle estas auditorías a la contralora lo que le produjo a ella fue una recusación en mi contra que se está tramitando, en donde ella dice que yo me debo declarar impedida para hacer la auditoria. Yo la tramite pero no la acepte, porque considere que los argumentos expuestos no son jurídicos”, comentó la auditora general Marulanda, quien enfatizó que los procesos siguen su curso normal.