Los delegados del Gobierno en la mesa de negociación con las Farc no viajarán a Cuba mañana como estaba previsto, sino que habrían aplazado su desplazamiento para próximo domingo.

De inmediato, las voces más críticas del proceso señalaron que este nuevo aplazamiento es un síntoma de que, como lo dijo el senador antioqueño Juan Carlos Vélez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U) y muy cercano al expresidente Álvaro Uribe, "esta es la muestra de que el acuerdo no está tan cocinado”.

Ayer la delegación de la Corte Penal Internacional se reunió con el alto comisionado para la paz Sergio Jaramillo, encuentro en que ambas partes coincidieron en la importancia de que el diálogo entre el Gobierno y las Farc sea “fluido, transparente y franco”.

Jaramillo recordó, primero, la obsesión del presidente Juan Manuel Santos con dos objetivos fundamentales: la terminación de un conflicto de casi 50 años como garantía de no repetición de la violencia y por tanto como verdadera protección de los derechos humanos; y el compromiso del Gobierno con lograr la máxima satisfacción de los derechos de las víctimas en el marco de sus obligaciones internacionales.

Jaramillo también explicó los alcances del Marco Jurídico para la Paz que permite la implementación de una política integral de justicia transicional.

Jaramillo también confió en que con la llegada de alias Pablo Catatumbo a la mesa de las Farc los resultados sean más eficaces.

“Nosotros tenemos un acuerdo con las Farc y ellos pueden poner los que quieran. Obviamente mientras más miembros de peso haya, más fuerte va a ser la mesa, mejor los resultados”, señaló Jaramillo.

Catatumboes el segundo miembro del secretariado en la mesa, lo que para Luis Carlos Villegas sería una garantía de que en un futuro cercano se aborde el segundo tema: la participación política: “Esperemos que sí, que con el nuevo aire de este ciclo podamos pasar en otros asuntos de la agenda”.