Sábado, 6 de Agosto de 2011
La degradación sin precedentes de la nota de la deuda soberana estadounidense "no es una sanción, y menos aún un castigo", afirmó la agencia de calificación Standard & Poor's.
"No se trata de una sanción, y menos aún de un castigo. Nosotros no somos maestros de escuela. Emitimos diagnósticos que permiten comparar la calidad del crédito, en otras palabras, el nivel de riesgo de los diversos instrumentos que son colocados en el mercado", aseguró Jean-Michel Six, jefe de economistas de Standard & Poor's (SP).
El viernes, SP retiró a Estados Unidos la prestigiosa nota "AAA", otorgada a los emisores de obligaciones más fiables. Esta decisión no tiene precedentes desde la creación de esta agencia de calificación en 1941.
Al ser interrogado sobre la tasa de la deuda norteamericana, Six respondió que no iba a "bajar rápidamente en todos los casos particulares (pues) se trata de una deuda que supera al 100% del PIB estadounidense, en comparación con 80% en Francia o en Alemania".
"No cabe duda de que es considerable. No se hace bajar un ratio semejante de un día para otro. Se trata sobre todo de aplicar una estrategia convincente que cuente con cierto acuerdo político. Es lo que sin duda hace falta actualmente en el panorama político norteamericano", agregó Six.
Casa Blanca llama a la unidad para mejorar la economía
La Casa Blanca reaccionó este sábado a la histórica degradación de su nota de deuda, llamando a los rivales políticos en el Congreso a unirse para mejorar la economía estadounidense y asegurar el futuro fiscal del país.
"Debemos mejorar, para dejar clara la voluntad de nuestra nación, la capacidad y el compromiso para trabajar juntos y enfrentar los grandes desafíos fiscales y económicos", dijo el portavoz presidencial Jay Carney en un comunicado.
La agencia Standard & Poor's la bajó de "AAA" a "AA+", argumentando la creciente deuda, el pesado déficit presupuestario y carencias en la planificación de políticas.
S&P añadió "perspectiva negativa" a la nueva calificación y advirtió que apunta a la posibilidad de bajar la calificación a "AA" en dos años si el gobierno no reduce el gasto como ha prometido, o si suben las tasas de interés o surgen nuevas presiones fiscales empeorando el panorama financiero del país.
"El presidente cree que es importante que nuestros líderes electos coordinen para fortalecer nuestra economía y pongan nuestra nación sobre bases fiscales más sólidas", agregó Carney.
"El compromiso bipartidista para la reducción del déficit fue un importante paso en la dirección correcta, pero el camino para llegar a él llevó demasiado tiempo y en algunos momentos fue muy conflictivo", agregó.
El presidente Barack Obama y los republicanos acordaron incrementar el límite de la deuda a cambio de recortes presupuestarios de 2,1 billones de dólares, pero los críticos argumentan que la medida es insuficiente para enfrentar el enorme déficit fiscal que condiciona la reactivación económica del país.
"En las próximas semanas, el presidente exhortará firmemente al comité fiscal bipartidista, así como a todos los miembros del Congreso a poner su compromiso común para lograr una fuerte recuperación y una correcta estrategia fiscal a largo plazo, por encima de diferencias políticas e ideológicas", agregó Carney.