Viernes, 2 de Diciembre de 2011
La deforestación de la Amazonía de Colombia, a un ritmo de unos 800 km2 al año, preocupa a expertos y autoridades, que alertaron sobre los riesgos climáticos.
Este tema se puso en la agenda de la cumbre de la ONU sobre el clima en Durban, Sudáfrica.
"La cifra de deforestación -cerca de 800 km2 anuales- es alarmante", dijo la viceministra de Ambiente y desarrollo sostenible, Adriana Soto, quien indicó que ello "debe llamar la atención de Colombia y el mundo, pues si no generamos alternativas viables sociales y ambientales, es muy posible que la tendencia anual aumente".
Colombia posee 403.348 km2 de territorio amazónico, que equivale a 6,2% del total de la Amazonía, una vasta selva tropical en el centro y norte de Sudamérica fundamental para el equilibrio ambiental del planeta.
El aumento de la frontera agropecuaria, los cultivos ilícitos, la extracción ilegal de madera, la minería, e incluso la infraestructura vial, provocan la deforestación de la selva amazónica colombiana, compuesta en un 84,3% por bosques naturales, señala un diagnostico divulgado esta semana en un foro sobre el futuro de esa región de Colombia.
"Estos fenómenos son causados básicamente por la colonización", dijo Paola Zúñiga, de la fundación Alisos, que elaboró el estudio "Amazonas 2030".
Explicó que los colonos deforestan principalmente para cultivar alimentos para su sustento y explotación económica, sembrar pasto para el ganado, y también para desarrollar infraestructura de transporte, tanto legal como ilegal, en este caso las trochas que se abren para sacar la cocaína.
Lo alejado de la zona ha favorecido su aislamiento del desarrollo y la acción del Estado, por lo que los cultivos ilícitos se han extendido en la zona y los grupos ilegales, como las guerrillas izquierdistas y bandas armadas de extrema derecha asociadas al narcotráfico, se han afincado allí.
El territorio amazónico, de unos 6 millones de km2, se reparte entre Brasil (64,3%) Perú (10,1%), Colombia (6,2%), Bolivia (6,1%), Venezuela (5,8%), Ecuador (1,5%), Guyana (2,8%), Surinam (2,1%) y Guyana Francesa (1,1%).
La Amazonía brasileña perdió 7.000 km2 de selva en el año concluido en julio de 2010, según el más reciente informe del Ministerio del Medio Ambiente de ese país.
La preservación de la Amazonía no depende sólo de Colombia y los otros países que la comparten, consideró la viceministra colombiana, que exhortó a la "corresponsabilidad internacional por los servicios que presta al mundo, como la regulación climática".
Sin embargo, la creación del Fondo Verde, ideado para financiar a los países en desarrollo con el fin de ayudarlos a hacer frente al cambio climático, aún no se concreta en Durban.
La conservación de los bosques es vital para el equilibrio climático, porque entre más se conservan los bosques más se conserva la humedad, explicó Ricardo Lozano, director del estatal Instituto de hidrología, meteorología y estudios ambientales (Ideam), en declaraciones.
Los efectos de la deforestación en la Amazonía colombiana ya son una realidad: la zona -con una temperatura media de 25,3 grados centígrados- está registrando un aumento climático anual de 0,01 grados centígrados, indicó Lozano.
Colombia, que alberga el 10% de la biodiversidad mundial, está a la cabeza, junto con Pakistán y Guatemala, de una lista de países que en 2010 se vieron más afectados por problemas climáticos graves, de acuerdo con un "índice de riesgo climático" publicado esta semana en Durban por la ONG europea Germanwatch.
AFP