Defienden investigación en energías verdes | El Nuevo Siglo
Viernes, 15 de Marzo de 2013

El presidente estadounidense, Barack Obama, defendió la utilidad de la investigación fundamental sobre la energía, amenazada según él, por la cura de rigor forzada impuesta en Estados Unidos desde hace semanas, dada la incapacidad del Congreso en alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto.

Obama, que se encontraba en el laboratorio nacional de Argonne (Illinois, norte), uno de los lugares claves de investigación pública federal cerca de Chicago, acudió a desarrollar la idea de un "fondo de seguridad energética" dotada de 2.000 millones de dólares en un periodo de 10 años, un concepto ya enunciado en su discurso del Estado de la Unión el 12 de febrero.

El presidente aprovechó también para destacar los efectos de los recortes presupuestarios automáticos que entraron en vigor a comienzos de marzo, en particular los destinados a la investigación científica.

Estos recortes "no desengrasan sino que atacan también a los músculos y esqueletos, como a la investigación y el desarrollo que se efectúan aquí", añadió.

"A causa de este rigor, nos dirigimos hacia dos años en los que no realizaremos nuevas investigaciones", remarcó el presidente. "Imaginad lo que eso quiere decir cuando China y Alemania continúan financiando su investigación fundamental mientras que nosotros permanecemos de brazos cruzados".

Los duros recortes en el presupuesto federal comenzaron a aplicarse el 1 de marzo en todas las agencias gubernamentales, luego de que los aliados demócratas de Obama, mayoría en el Senado, y sus adversarios republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, no lograran alcanzar un acuerdo sobre las modalidades de una reducción del déficit.

A pesar de esto, Obama defendió los "fondos de seguridad energética" cuya financiación provendrá de dividendos de concesiones petroleras y gasíferos en las zonas marítimas controladas por el Estado federal. Así "podremos mantener la capacidad de invención estadounidense sin añadir un céntimo a nuestro déficit", resaltó.

Poco después de su llegada al poder en 2009, Obama propuso un ambicioso proyecto de ley sobre la energía y el clima que trataba de reducir sensiblemente las emisiones de CO2 de Estados Unidos, segundo emisor de gases de efecto invernadero después de China. Pero se vio rápidamente coartado por la hostilidad de una gran parte del Congreso y debió dar marcha atrás.

Cuatro años más tarde, las perspectivas de que se apruebe una legislación sobre energías verdes son todavía menores, vista la preeminencia de los republicanos en la Cámara, que ostenta las riendas del presupuesto federal.

Muchos de los legisladores republicanos, especialmente en estados que son grandes productores de energías fósiles -como Luisiana (sur) o Virginia Occidental (este)- rechazan en particular el ataque a las subvenciones de las que gozan las empresas del sector petrolero.

AFP