Medidas urgentes de seguridad para el periodista del diario El Espectador, Edinson Bolaños, solicitó la Defensoría del Pueblo a la Unidad Nacional de Protección, en razón a las amenazas de que fue objeto por la publicación de un artículo sobre la minería ilegal en Buenos Aires, Cauca.
Mientras se llevan a cabo los estudios de riesgo correspondientes, la Policía Nacional ya implementó medidas preventivas en favor del comunicador, con quien la Dirección de Atención y Trámite de Quejas de la Defensoría tomó contacto directo a efectos de realizar los requerimientos correspondientes para que se garanticen sus derechos fundamentales.
Simultáneamente, la Defensoría del Pueblo rechazó el homicidio, en circunstancias que aún no han sido aclaradas, de Dorance Herrera, comunicador de la Universidad de Antioquia y quien realizaba publicaciones ocasionales en el periódico regional “Día” del Bajo Cauca Antioqueño.
Dadas algunas versiones, según las cuales el crimen no tendría que ver con su profesión debido a que la actividad principal de Herrera estaría enfocada hacia otras labores de tipo comercial, la Defensoría pidió investigar los móviles del asesinato ocurrido en el barrio Las Malvinas del municipio de Caucasia, solicitud que también será elevada en el caso del periodista regional del Atlántico Leonardo Bolaños, quien habría sido víctimas de amenazas por parte de desconocidos que según informaciones abiertas, irrumpieron de manera agresiva al domicilio de sus padres en Palmar de Varela. De todas maneras, la Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas contrasta las informaciones públicamente conocidas sobre estos dos episodios, con la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper).
Cabe señalar que en lo corrido del presente año, la Unidad Nacional de Protección ha realizado 123 evaluaciones de riesgo por amenazas contra periodistas, 77 de las cuales han sido catalogadas con nivel extraordinario, frente a 108 del año pasado, cuando en total fueron tramitadas 164 solicitudes de los comunicadores. Las regiones donde más amenazas se reportan son Bogotá, Valle del Cauca, Antioquia y Atlántico.