Un enérgico llamado al ELN, formuló la Defensoría del Pueblo para que ese grupo armado ilegal le aclare el país cuántos menores de edad hacen parte de sus filas y para que los desvincule lo más pronto posible.
Luego de conocerse una entrevista concedida por Nicolás Rodríguez Bautista, más conocido como “Gabino” a un medio de comunicación regional, en la que el máximo cabecilla de esa estructura reconoció que jóvenes de 16 y 17 años participan del conflicto desde su organización, el Vicedefensor Esiquio Manuel Sánchez Herrera, rechazó esa práctica y pidió respeto por la vida e integridad de los adolescentes.
El funcionario consideró que el ELN no puede tomar como excusa el artículo 77 de la Sección Tres de los Protocolos de Ginebra referentes al trato a las personas en poder de una parte en conflicto, y particularmente respecto a la protección de los niños, para legitimar estos atropellos.
Sánchez Herrera manifestó que si bien el artículo señala que “las partes en conflicto tomarán las medidas posibles para que los niños menores de quince años no participen directamente en las hostilidades, especialmente absteniéndose de reclutarlos para sus fuerzas armadas”, el ELN no puede simplemente adoptar una postura facilista ignorando la legislación colombiana e internacional, pero a la vez haciendo caso omiso a las recomendaciones que los mismos protocolos de Ginebra establecen para evitar a toda costa el uso de menores en la guerra.
Así mismo, la Defensoría del Pueblo reiteró su exhortación para que se respete el derecho a la movilidad en las carreteras del país, mucho más durante esta Semana Santa, ello a propósito de los últimos episodios de violencia especialmente sobre la vía Panamericana, el más reciente de los cuales ocurrió durante las últimas horas en el sitio Dominguillo de Santander de Quilichao, donde hombres armados que luego pintaron un grafiti del ELN, dispararon en forma indiscriminada contra un automóvil y una camioneta tipo van, ocasionando heridas a cuatro civiles (uno de ellos con lesiones de consideración), según el reporte oficial de las autoridades.
Estos hechos se suman a la activación de una carga explosiva en el sector de Mojarras, en jurisdicción de Mercaderes y otro atentado en el sitio Mandivá del tramo que comunica a Cali con Popayán, episodios que ponen en riesgo a la comunidad y a quienes transitan por las vías, pero además restringen el paso, que debe ser temporalmente interrumpido por la Fuerza Pública para evitar mayores consecuencias.