Aunque desde meses atrás lo venía pensando, fue el horror, la frustración y el desencanto que le produjo que los jefes del frente 53 de las Farc ordenaran practicarle un aborto a su pareja los que llevaron a que ‘Antonio’ tomara la decisión de abandonar las filas de esa estructura terrorista.
‘Antonio’ creció en las filas de la guerrilla, tanto así que pensaba que llevaba una vida “normal”. Fue reclutado ilegalmente por las Farc en los Llanos Orientales cuando tenía 11 años, pero con el paso del tiempo y por lo que veía hacer a los cabecillas, se dio cuenta que estaba desperdiciando su vida y haciéndoles daño a las personas.
“Los jefes son los que se enriquecen y llevan una buena vida, mientras que a los rasos nos maltratan, no tenemos derecho a nada. Además ellos viven ordenando ataques, extorsiones y otras cosas que uno se da cuenta que dañan es al pueblo y no lo están beneficiando, como ellos dicen”, asegura ‘Antonio’, hoy con 29 años.
A eso se le suma la práctica de abortos que ordenan los cabecillas, algo que aunque siempre vio y no aprobaba, le dolió más cuando fue su compañera sentimental la que sufrió ese procedimiento.
“Yo ya me había dado cuenta de que allá en el monte no hay nada para uno, que lo viven engañando y que lo más probable es que a uno lo maten –apunta ‘Antonio’–, pero cuando pasó lo que pasó (el aborto), me armé de valor, me fui y me le presenté al Ejército allá en el Meta buscando una mejor vida”.
Después de ser acogido por el Programa de Atención Humanitaria al Desmovilizado, del Ministerio de Defensa Nacional, ‘Antonio’ ha comenzado a rehacer su vida y se ha dado otra oportunidad: hoy es microempresario de muebles y tiene a Dios en el primer lugar de su vida.
“Hoy puedo tener vida gracias al apoyo que me brindaron las Fuerzas Armadas para dejar el camino que tenía como guerrillero. Ya acá en libertad uno más se da cuenta del error en el que estaba y de todo lo bueno que se pierde”, cuenta ‘Antonio’.
No solo él vive una nueva vida. Su familia también está contenta y sus integrantes coinciden en que es la mejor decisión que les ha pasado.
“Yo estoy tranquilo y le devolví a mi familia la tranquilidad. Por eso les hago un llamado a los padres de familia para que tengan cuidado con ofrecimientos falsos para salir de algún problema económico, porque lo que le promete a uno la guerrilla es un espejismo, es una mentira”, acota.
Hoy ‘Antonio’, además de su tarea con muebles, es el protagonista de la campaña institucional ‘Regálese una nueva vida, en Navidad todo es posible’, que lanzó el ministro de Defensa Nacional, Juan Carlos Pinzón, el pasado domingo 7 de diciembre en Algeciras (Huila) y con la que se pretende incentivar que más guerrilleros dejen las armas y retornen a sus hogares.
Según las cifras que reveló el ministro Pinzón en el lanzamiento de la campaña, entre el primero de enero y el 30 de noviembre de este año se desmovilizaron 1.243 terroristas, de los cuales 1.089 pertenecían a las Farc. Del total, 20 por ciento son menores de edad.
En el video que grabó para la campaña, ‘Antonio’ da su testimonio de vida y resalta que una de las cosas que se estaba perdiendo en la guerrilla era poder ver en el estadio a su equipo de fútbol favorito, Atlético Nacional. Luego, en otra escena, se le ve en un ‘Atanasio Girardot’ lleno celebrando los goles del conjunto paisa.
“Yo decidí regalarme una nueva vida; todos podemos hacerlo y que mejor que en Navidad estar con la familia. ¡Anímese! Vengase del monte que acá lo esperan las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa para apoyarlo y empiece nuevamente a soñar y a hacer sus sueños realidad”, concluye Antonio.