Decálogo uribista se ‘rajó’ en el Congreso | El Nuevo Siglo
Miércoles, 8 de Mayo de 2013

Un generalizado rechazo al llamado decálogo uribista para la paz que fue presentado el lunes por el Centro Democrático expresaron la mayoría de las bancadas en el Congreso.

Consultados sobre si el listado de 10 puntos se puede interpretar como recomendaciones de buena fe o como una crítica al proceso de paz actual entre el Gobierno y las Farc, representantes y senadores descalificaron la propuesta.

De esta manera para el representante y copresidente del Partido Nacional de Unidad Nacional (La U), Jaime Buenahora, el documento no dice nada nuevo y que solo se busca figuración.

“El decálogo no tiene nada nuevo, no hay nada diferente de lo que ha dicho el expresidente Álvaro Uribe y alguno de sus colaboradores. El cese al fuego como se plantea, no cabe dentro de lo que es una negociación como la que se está dando. El Gobierno ha sido reiterativo en que no va a haber impunidad, ya que todo pasará por el Congreso. Lo que se busca con esto es un lugar en los medios”, subrayó Buenahora.

 

Propuesta mezquina

 

Por su parte, el senador liberal Luis Fernando Velasco consideró el decálogo como un cambio de discurso del uribismo frente al proceso de paz.

“Es una manera de excusarse porque la gente los está identificando como los que están haciendo el intento de hacer fracasar las negociaciones de paz. Lo hacen como una estrategia política, y eso me parece mezquino. Más que llamarlo un decálogo de la paz, lo llamaría un manual para que no pueda haber una paz negociada”, señaló Velasco.

A su vez, el senador conservador Carlos Ramiro Chavarro consideró  que aunque se califica como algo malo la reserva de los diálogos, esto ha evitado que se aproveche para hacer un show mediático.

“Un proceso de paz como el que se está desarrollando en la actualidad le genera dudas a mucha gente por la reserva con la que se ha hecho. Pero eso más que generar cuestionamientos, lo que debe es generar confianza, porque no se está haciendo un proceso de paz con espectáculo y show, sino que es serio”, precisó.

No obstante, Chavarro agregó que sería positivo que la guerrilla hiciera un cese al fuego permanente, así como dejar el uso de minas antipersonal. “En cuanto al tema de justicia, no es que se genere impunidad,  pero sí debe haber perdón y olvido para las dos partes”,  concluyó.

 

Uribe no quiere la paz

 

Como parte de la oposición, el representante por Bogotá, Germán Navas, del Polo Democrático, dijo que a Uribe solo le gustó la paz que hizo con los paramilitares por lo que busca que le vaya mal a Santos.

“Uribe no quiere la paz, lo ha dicho. A él le gustó la paz que hizo con los narcoparamilitares en Ralito, donde hubo un cese al fuego bilateral. No creo en la buena fe de Uribe en el proceso de paz, porque Uribe lo que desea es que a Santos le vaya lo más mal posible”, subrayó, Navas.

El senador Carlos Baena, presidente del Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA), aseguró que aunque el proceso no es perfecto, no valen de nada dichas críticas.

“Puede que tengan razón en varios puntos, por ejemplo que al inicio se hubiera exigido el cese unilateral del fuego por parte de la guerrilla, o la coincidencia de las elecciones presidenciales con el proceso de paz,  pero la pregunta es ¿de qué sirve ese decálogo cuando la realidad es otra? y ya estamos metidos en la negociación”, declaró.

Baena opinó que “lo que hay que hacer es mirar que el proceso salga lo mejor que se pueda. Hay que buscar soluciones y propuestas para lo que hay en este momento, no para lo que debió haber sido”, dijo.

 

 

Los diez puntos

 

1. El cese previo del terrorismo es una condición irrenunciable para cualquier diálogo de paz.

2. La agenda de diálogos debe limitarse exclusivamente a la reinserción, la desmovilización y el desarme de los grupos terroristas.

3. La verdad, la justicia y la reparación a las víctimas deben ser ingredientes fundamentales de los acuerdos de paz.

4. Los condenados por delitos de lesa humanidad o por graves violaciones a los derechos humanos no pueden ser elegibles.

5. La entrega de armas es una condición indispensable para la reinserción de los terroristas.

6. El perdón hay que merecerlo.

7. Promover la desmovilización individual para desarticular el terrorismo.

8. Reparación expedita a las víctimas de la violencia.

9. La paz es un asunto de soberanía nacional.

10. La política social debe contribuir a la pacificación del país.