Cansado y debilitado reapareció públicamente el expresidente peruano, Alberto Fujimori, al acudir ayer ante un tribunal que lo juzga por financiar con dineros públicos a diarios sensacionalistas que promovían su figura y denigraban a opositores.
El exmandatario (1990-2000) ingresó a una sala judicial con aspecto demacrado y débil, vestido con un pantalón beige y un suéter negro, acompañado de un médico y un aparato para medir su presión, y luego se retiró durante unos minutos por una supuesta indisposición.
La presidenta del tribunal, Aissa Mendoza, luego de casi una hora de iniciada la audiencia decidió suspenderla por los problemas de salud del ex mandatario.
"Siendo evidente que el señor Fujimori no se encuentra en las condiciones óptimas de salud para continuar, vamos a suspender esta sesión para continuarla el 28 de octubre", dijo la magistrada.
La fiscal del proceso, Martha Mora Balarezo, pidió se le imponga una condena de ocho años de prisión y el pago de un millón de dólares como reparación civil.
La acusación se basa en el presunto desvío de 122 millones de nuevos soles (43 millones de dólares) destinados a financiar un aparato de prensa amarilla, conocida como "prensa chicha", que se utilizó para atacar a la oposición y sus rivales políticos en la campaña electoral de 2000.
El procurador anticorrupción, por su parte, pide que el monto que debe pagar es de 244 millones de soles (unos 85 millones de dólares).
El proceso se ventila en una base policial al este de Lima, donde Fujimori cumple su condena de 25 años de cárcel.
Fujimori, de 75 años, no era visto en público desde abril de 2009 en que fue condenado como autor mediato del asesinato de 25 personas en dos matanzas perpetradas en 1991 y 1992 por un escuadrón de la muerte, y por el secuestro agravado de un periodista y un empresario, en el marco del conflicto contra la guerrilla Sendero Luminoso.
El ex presidente ya tiene otras tres condenas que fluctúan entre 6 y 7 años por delitos de corrupción. En Perú no se acumulan las condenas y prevalece la mayor.
Keiko Fujimori, hija del exgobernante y ex candidata presidencial en 2011, dijo que la salud de su padre "es frágil" y que un médico comprobó durante la audiencia que su presión arterial se había elevado por encima de lo normal.
Por ello, dijo que espera "un juicio rápido, pero sobre todo justo" a la vez que cuestionó al tribunal que juzga a su padre, compuesto por tres mujeres. Refirió que la magistrada Aissa Mendoza, es esposa de Avelino Guillén, quien fue fiscal acusador en el proceso que concluyó con la condena a 25 años, lo que "no garantiza imparcialidad".
El tribunal -que lo completan las juezas Avigail Colquicocha y Carolina Lizárraga- ha sido recusado por el abogado de Fujimori, William Castillo, quien señala que las juezas tienen una posición formada contra su patrocinado./AFP