El presidente del Senado, Roy Barreras, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), le recordó al jefe guerrillero Jesús Emilio Carvajalino, alias Andrés París, negociador de las Farc en La Habana, que “no puede pedir legislar sobre temas proceso de paz. Les reiteramos lo dicho a ellos: no legislaremos hasta que firmen acuerdo”.
Barreras reaccionó así a las declaraciones de Carvajalino sobre que “si vamos a avanzar en la mesa, debe expresarse igualmente en el entorno nacional una disposición de cambio, de reforma, de solución a los problemas de la gente que lo está exigiendo en la calle”.
“Habrá paz si hay cambios profundos”, añadió Carvajalino, quien elogió al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por haberse manifestado esta semana “por cambios profundos en nuestro país”.
“Por tanto esperamos las leyes de reforma agraria y que al menos se tomen en cuenta las propuestas de las Farc”, dijo, agregando que las palabras de Santos “muestran la voluntad y posibilidad de seguir avanzando en la mesa de diálogo”.
“Ese espíritu debe reflejarse en el contenido de las políticas que se desarrollan en el país”, expresó Carvajalino.
La corrección de Barreras tiene que ver con el diálogo sostenido por él y otros congresistas en La Habana con los negociadores de las Farc, que la propia guerrilla reseñó en un comunicado: “El presidente del Congreso manifestó el compromiso de que el parlamento no legislaría sobre asuntos que son materia de la Agenda de Diálogos hasta cuando las partes lleguen a acuerdos concretos que deberán ser tenidos en cuenta por esta rama del poder público”.
La vista, autorizada por el presidente Juan Manuel Santos, la realizaron además de Barreras, los senadores Juan Mario Laserna, del Partido Conservador, y Gloria Inés Ramírez, del Polo Democrático, así como los representantes Guillermo Rivera (Partido Liberal), Iván Cepeda (Polo) y Alfonso Prada (Partido Verde).
Según Santos, “fue una visita que obedecía al propósito, solicitado por las Farc, para que el Congreso ilustrara a estos señores sobre los tiempos que se requieren, dentro del procedimiento legislativo, para las reformas”.