La subasta del espectro electromagnético para Internet móvil de alta velocidad, o mejor conocida como tecnología 4G, se ha convertido en un tema de continuo debate entre los congresistas, funcionarios del Ministerio de las TIC y representantes de las empresas de telecomunicaciones.
Un grupo de congresistas insiste en que a través de la subasta ingresen nuevos operadores de la telefonía móvil para que los beneficiados sean los colombianos al tener múltiples opciones y que el Gobierno utilice el espectro público para mejorar la calidad y reducir las tarifas.
Por esto, el senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo, envió una carta al ministro Diego Molano pidiéndole que revierta “el monopolio de Claro–Comcel y, para lograrlo e impedir que su dominio en voz móvil se traslade al del Internet 4G, hay que excluirlo de la subasta en curso”; también propone que se haga un análisis técnico que demuestre que la subasta garantizará la desconcentración del mercado y la promoción de la competencia.
Sin embargo, la multinacional alega que no está en posición dominante y que puede seguir compitiendo en la subasta, argumentando que existe un tope impuesto por el Gobierno que limita el uso del espectro a 85 Megahertz (Mhz).
“Claro tiene 55 Megahertz de participación, es decir, de participar en la subasta podría acceder a 30 Megahertz más de ese espectro que se va a subastar que es de 225 Mhz en su totalidad”, dijo Juan Carlos Archila, presidente de la Multinacional.
Archila agregó que Colombia es el único país de la región que está rezagado en la implementación de ese servicio. “Otros países están avanzando en llegar a las redes de cuarta generación, nuestra expectativa es poder hacer las inversiones igualmente en Colombia, a la misma velocidad”.