Diez concejales piden que no se presente la agrupación por incitar al desorden sexual
Lo que sería un acto cultural, el tercer Concierto de la Esperanza, se convirtió en un debate ideológico y de control político.
El certamen, programado para el miércoles en la Plaza de Bolívar, presentará al grupo portorriqueño Calle 13 y los artistas colombianos “Totó” La Momposina, Systema Solar, Bomba Stéreo y La Severa Matacera.
Desde que se lanzó el tercer concierto con la banda Calle 13, el principal detractor de Canal Capital, el concejal Marco Fidel Ramírez, de Opción Ciudadana, denunció que la música que interpreta incita al desorden sexual.
De inmediato Hollman Morris, gerente de Canal Capital, dijo que se distorsiona la realidad en la búsqueda de reacciones efectistas e impacto mediático y faltos de seriedad.
Además de Ramírez, otros nueve concejales expresaron su incomodidad: Clara Sandoval, Javier Palacio, Sandra Jaramillo, Nelly Patricia Mosquera y Jimena Toro, del Partido Social de Unidad Nacional (La U); Darío Fernando Cepeda, Julio César Acosta y Arthur Bernal, de Cambio Radical; y Jorge Durán Silva, del Partido Liberal.
Plantean los concejales que no es justo que Canal Capital se gaste el único dinero de utilidad que ha logrado en 2012 y 2013, y que habría un posible detrimento patrimonial, señalando que una presentación de Calle 13 en Argentina costó entre 90 y 170 millones de pesos, mientras que en Bogotá se pagarán 712 millones de pesos.
Los concejales consideran que el Canal extralimita su objeto social y riesgo al subestimar el Plan de Contingencia diseñado para 30.000 asistentes, pero con una expectativa superior a las 60.000 personas.
Los concejales reiteran que es inconsistente el objetivo de un concierto denominado de la esperanza y la paz, con los mensajes contra la moral y las buenas costumbres de la familia que invitan a denigrar a la mujer, incitan a la violencia y al consumo de drogas.
Respuesta
Para Morris la relación que establecen los concejales entre el costo de los artistas y la situación financiera del canal es incoherente, derivada de la incomprensión de la función social de la televisión pública, cuyos rendimientos se aprecian en formación de ciudadanía, cultura para todos y fortalecimiento de la identidad nacional. Canal Capital invertirá (“no gastará”, dijo) en una producción televisiva que podrán disfrutar gratuitamente más de 30.000 personas en forma presencial y potencialmente 2 millones de hogares en Bogotá y otro tanto en el resto del país, por pantallas de televisión pública.
“Con esta actividad”, el canal “busca, a la vez, fortalecer su marca y aumentar su audiencia, en el objetivo de seguir creciendo un canal que hasta hace dos años generaba costos en el más absoluto anonimato e intrascendencia. Es gracias a esta estrategia de producir para televisión grandes espectáculos y eventos culturales exitosos, como hemos colocado al canal como la cuarta entidad distrital de mayor reconocimiento, según la encuesta Bogotá ¿cómo vamos?”, señaló.
Sobre un posible peculado, el gerente indicó que los concejales evitan mencionar, para acomodar la denuncia, que la norma indica que el canal puede ejercer tareas “de producción, coproducción, programación, emisión y comercialización, y en general todas las actividades que conduzcan al desarrollo del objeto social, de conformidad con las normas legales vigentes”.
“Por incomprensión o animadversión a los contenidos de las líricas de Calle 13, debida a presupuestos ideológicos y falta de información, los concejales le señalan mensajes que, por el contrario, los artistas cuestionan profundamente, pero que no se pueden apreciar sin asimilar la ironía que subyace a la forma literal, y los contextos de imagen o escena que la complementan, en conjunto arte que cuestiona la violencia, el machismo, el autoritarismo, el consumismo y la dependencia, y reivindica los derechos, la convivencia, la paz, la justicia y la identidad nacional y de Latinoamérica y el Caribe”, señaló Morris.
En cuanto a la denuncia de que Calle 13 incita al desorden sexual, Morris señaló que “son representantes de Unicef en campañas contra la violencia y son seguidos por millones de jóvenes en toda América Latina, críticos de la realidad, portadores de nuevas identidades y aferrados a la esperanza”.
“Canal Capital, como parte de la institucionalidad distrital y nacional asume los principios constitucionales de una nación pluriétnica y multicultural, respetuosa de la diversidad y la diferencia, garantes de la libertad de pensamiento, expresión y opinión y del derecho al libre desarrollo de la personalidad. Así mismo, los lineamientos del Plan de Desarrollo Bogotá Humana, que propende por una ciudad sin segregación ni discriminación, fortalecida en lo público y de todas y todos”, aclaró.
Morris planteó que “la declaración de los concejales es una acción de la estrategia que desde hace meses se ejecuta por sectores políticos contrarios a la orientación del canal por una cultura de paz y los derechos humanos, la visibilización de las nuevas ciudadanías y los sectores tradicionalmente relegados y la construcción de la memoria histórica del conflicto interno, con una programación incluyente, competitiva, ambiciosa y de calidad”.
Hoy, en la sesión del Concejo de Bogotá, los diez concejales volverán a pedir que no se haga el concierto.