Debate por la moral de las tropas | El Nuevo Siglo
Viernes, 4 de Noviembre de 2011

El general Javier Rey, comandante de la División de Aviación del Ejército, señaló que los soldados no están desmoralizados, respondiendo a las críticas del expresidente Alvaro Uribe al desempeño de la Fuerza Pública.

“Quiero decirle al señor expresidente de parte de todos los soldados que eso no es cierto. Todos los soldados estamos empeñados en las operaciones, en la protección de la población y la infraestructura del Estado”, aseguró el oficial.
El general Rey expresó que durante los últimos meses, igual que antes, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Policía han estado en lo profundo de la selva persiguiendo a todos los grupos armados ilegales e indicó que en este momento hay énfasis sobre las operaciones ofensivas en contra de los comandantes guerrilleros.
“En las operaciones en las que hemos tardado más tiempo de lo esperado, es por el cuidado especial con los derechos humanos y el respeto por la biodiversidad”, manifestó.
Sin embargo, otra cosa piensa el general retirado Héctor Fabio Velasco, excomandante de la Fuerza Aérea, para quien, según se lo dijo hace un par de semanas a EL NUEVO SIGLO, aunque las Farc no han vuelto a tener el control territorial que tuvieron hace unos años, sí es “evidente” que se ha deteriorado la seguridad en todo el país, lo cual adjudicó a que las Fuerzas Militares han perdido la iniciativa de seguir combatiendo porque tienen miedo de los fallos de la justicia y de los organismos de control.
“La parte jurídica los tienen muy acorralados”, sostuvo.
Para algunos militares de la reserva, la respuesta a estas consideraciones es que las tropas no están desmoralizadas, “pero si desconfían de la justicia, lo cual es mucho más grave”.
En ese sentido, el anuncio de que se mantendrá el fuero militar dentro de la reforma a la justicia fue visto con muy buenos. Para el coronel retirado Bernardo Torres ese será uno de los motores que subiría la moral de combate a las tropas que llevan un buen tiempo sintiéndose maniatadas para obrar frente al enemigo.