El presidente de México, Enrique Peña, reconoció que tomará tiempo para implementar y obtener resultados de las ambiciosas reformas estructurales que su gobierno impulsa.

"La implementación de las reformas toma tiempo, los beneficios de las reformas toman tiempo también", dijo Peña durante una entrevista con el presentador de televisión estadounidense Charlie Rose.

Pero el mandatario señaló que las reformas no se verán en un futuro lejano, y precisó que sus beneficios aparecerán "en el corto y mediano plazo".

"Lo que es una realidad en México ahora es que ha habido cambios, reformas profundas en energía, telecomunicaciones, competencia económica, fiscal, finanzas, educación y política", agregó.

Desde que llegó al poder hace año y medio, Peña ha impulsado un programa de reformas de gran calado con apoyo de la oposición, llamado Pacto por México, cuya medida más controvertida es la energética, al poner fin a 75 años de monopolio estatal en la explotación petrolera.

El mandatario resaltó que Estados Unidos es "indudablemente" un socio estratégico de México, enfatizando que la relación bilateral está en "su mejor momento", meses después de las revelaciones de espionaje a sus dirigentes por parte de la inteligencia estadounidense.

Sin embargo, el líder moral del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el exgobernador y exsenador Cuauhtémoc Cárdenas, afirmó que “en México la desigualdad no deja de crecer” y que, según las propias estadísticas de la Secretaría de Hacienda y del Inegi, “el gobierno de Enrique Peña Nieto genera mensualmente 200,000 pobres”.

Cárdenas lidera la campaña Firma por México, que pretende reunir el apoyo de cuatro millones de personas para pedir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) una consulta popular sobre la reforma energética.

Consideró que de prevalecer la reforma energética, “seguramente la industria petrolera retrocederá a la época en que todo era para beneficio de las compañías extranjeras y ningún nada quedaba para la nación”.