Como cada año a nivel internacional el debate sobre el gasto militar se reactiva. El caso colombiano no es la excepción en la medida en que el país cuenta con el segundo presupuesto más alto de América Latina, después de Brasil con 26,9 billones de pesos.Nancy Fiallo, activista de Mujeres por la Paz, y quien defiende esta causa, hizo énfasis en los efectos que le ha traído al país la permanencia de la guerra sustentada en las altas partidas asignadas.
“La guerra ha agudizado la violencia, la discriminación, la explotación, la pobreza y la desigualdad, dejando efectos perversos en las mujeres y los pueblos como el desplazamiento forzado, el confinamiento, la migración, las desapariciones, el reclutamiento forzado, violaciones sexuales y feminicidios”, aseguró la activista.
Fiallo agregó que incluso “el Estado no garantiza los derechos fundamentales de los pueblos, por el contrario, entrega grandes presupuestos a proyectos militaristas a favor de las transnacionales”.
La mujer hizo un llamado a los ciudadanos estadounidenses para que cuando paguen sus impuestos, les pidan a sus gobiernos que paren de financiar guerras en el mundo.
Al respecto, el Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ha dicho que no disminuirá el presupuesto militar porque “las Fuerzas Armadas no tienen solo la función de perseguir criminales, sino también de contrarrestar las amenazas del pueblo colombiano para disuadir otro tipo de comportamientos ilegales”.
Pinzón indicó que aunque haya un acuerdo de paz con las Farc, el presupuesto para el 2013 alcanzará la séptima parte del presupuesto general de la Nación.
"Los retos de seguridad y las misiones que deben y pueden cumplir las Fuerzas Militares, no se agotan con el fin de la confrontación con las Farc. Pero si esto llega a su fin, aún hay retos importantes qué cumplir", expresó el alto funcionario.
Pinzón concluyó diciendo que la protección de las fronteras, terrestres, marítimas y fluviales, como la contención de delitos transaccionales, obliga a tener un amplio presupuesto.