Fijar límites al uso de las redes sociales para proteger los derechos de los ciudadanos, sin afectar el derecho a la libertad de expresión y opinión inherente a dichos medios, propuso el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, a propósito de los trinos en contra de Ángela Giraldo, hermana de uno de los diputados vallecaucanos asesinados por las Farc, por parte de la representante por Bogotá, María Fernanda Cabal, del Centro Democrático.
A juicio del funcionario, “una cosa es emitir opiniones y otra muy diferente hacer afirmaciones que expongan a la otra persona, máxime cuando se trata de sujetos de especial protección, como ocurre en el caso de las víctimas que integran las delegaciones que viajan a La Habana en representación de los más de 6 millones y medio de colombianos afectados por el conflicto”.
Otálora consideró que hay una gran diferencia entre emitir opiniones y relacionar a una persona con miembros de grupos al margen de la ley, como sucedió con el trino de la congresista, situación que podría significar un riesgo para las víctimas, quienes como lo ha dicho la Defensoría en otros escenarios y momentos, no pueden ser revictimizadas ni estigmatizadas, y por el contrario merecen un reconocimiento como luchadoras por la paz.
Otálora dijo que tras conocerse la decisión de la Fiscalía de pedirle a la Corte Suprema de Justicia que investigue a Cabal por sus aseveraciones con respecto a Giraldo, solicitará al Alto Tribunal un pronunciamiento que determine parámetros de distinción entre el derecho a opinar y las afirmaciones que exponen a otros ciudadanos.
En una foto, Cabal confundió a un miembro del equipo negociador del Gobierno en La Habana con un jefe guerrillero a quien Giraldo saludaba efusivamente, insinuando que ella hacía parte del grupo armado ilegal.
Luego de que la Fiscalía pidiera abrir la investigación, Cabal se preguntó: "¿Es que ya hay delito de opinión en Colombia? Es algo que me parece muy grave. Yo lo que cuestioné fue una actitud de ella. Si yo fuera hermana de uno de los diputados asesinados, no llegaría a Cuba con una sonrisa. Llegaría exigiendo la verdad, pidiéndole al Estado colombiano justicia y a las Farc reparación de las víctimas".
"Estamos en el mundo al revés, los que defendemos a las víctimas de las Farc ahora terminamos denunciados por esas víctimas. Me parece que están jugando de una forma que no es la correcta", dijo.