La canciller alemana Ángela Merkel recordó ayer que el nuevo plan del BCE de compra de deuda en la Eurozona, estaba supeditado a estrictas condiciones, en respuesta a quienes en su propio país temen pagar por el eventual rescate de países como España e Italia.
"El BCE dijo ayer muy claramente (...) que las "condiciones" de su programa son "un punto muy importante", afirmó la canciller en conferencia de prensa en Viena.
"Es la senda que siempre hemos elegido", añadió, precisando que no puede haber ayudas sin control ni condiciones.
Se trata, según observadores, de un mensaje tranquilizador a sectores de su país que temen que la compra de deuda de naciones mas golpeadas por la crisis repercuta en los bolsillos de los contribuyentes alemanes.
En efecto, el plan anticrisis del presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi fue en general mal recibido en Alemania.
"Jornada negra para el euro", afirmaba el diario popular Bild. Una "pesadilla", aseguraba Die Welt. El BCE "abrió definitivamente la caja de Pandora", escribía el Münchener Merkur, reflejando el tono mayoritariamente crítico de la prensa germana.
A ella se suma la opinión pública: 50% de los alemanes son hostiles a la compra de títulos de deuda soberana por el BCE y solamente 13% se declaran favorables a ese tipo de medidas, según un sondeo del instituto Infratest Dimap publicado ayer aunque realizado poco antes de los anuncios de Draghi.
Desde Estocolmo, el ministro alemán de Finanzas Wolfgang Schauble intentó sumarse a los mensajes tranquilizadores, al asegurar ayer que el BCE no se había lanzado a financiar la deuda de los Estados.
"No es el principio de una financiación monetaria de deuda pública", declaró Schauble, y se quejó de que la prensa alemana se muestre "muy nerviosa" al criticar al BCE.
La razón de este tono conciliador deja perplejos a ciertos medios alemanes, sobre todo después de que el presidente del Bundesbank Jens Weidmann -representante del banco central alemán en el BCE- expresara nítidamente su oposición a las medidas de Draghi.