El boxeador más importante de todos los tiempos fue sepultado ayer en su ciudad natal rodeado de miles de personas. EL NUEVO SIGLO presenta los detalles de la despedida de un hombre que dejó un legado histórico, político y deportivo
Mohamed Ali marcó un hito en la historia política y deportiva del mundo. Sus discursos en contra del racismo, su oposición a la guerra de Vietnam y su liderazgo a favor del movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos, sedujeron a millones de personas que lo vieron bailar en el ring y golpear, como un pájaro cazando su presa, a sus rivales que caían por knock-out en la lona
Mohamed Ali se despidió a sus 74 años en su natal Louisville, Kentucky, dejando un inmenso legado en generaciones que ya pasaron y las que van a venir. Muchos lo recuerdan por su carácter y tenacidad, otros por el escurridizo movimiento de su cadera, de sus pies y sus mortales derechazos.
Basta con acudir a una sola imagen para entender el peso de su mano. En 1974, en Zaire, George Foreman, ex campeón del peso pesado, fue víctima de aquel derechazo que le propinó Ali en la denominada “pelea del siglo” y cayó noqueado como si se hubiese desmoronado un imperio.
Una imagen, una frase, un discurso, Ali marcaba territorio en cada actividad que realizaba. Su despedida, tras fallecer hace una semana, no estuvo por fuera de lo acostumbrado.
Adiós al “súper hombre”
Un masivo cortejo fúnebre tuvo lugar ayer en Louisville, encabezado por la carroza que llevaba los restos de la leyenda del boxeo mundial a través de calles atestadas de gente que le rendían homenaje.
Algunos espectadores llevaban pancartas o flores, otros coreaban el nombre del tres veces campeón mundial de los pesos pesados, que murió la semana pasada a los 74 años luego de una larga lucha contra la enfermedad de Parkinson.
La procesión contaba con una veintena de limusinas que transportaban a los hijos y los nietos de Mohamed Ali, así como a las personalidades que llevaban su féretro: el actor Will Smith y los excampeones del mundo de los pesos pesados Lennox Lewis y Mike Tyson.
De entre los miles que se congregaron al borde de las avenidas se encontraban personas llegadas desde África o Asia. El boxeador con paso de bailarín y puños de acero descansará en la ciudad donde nació, Louisville, en el corazón de un país que lo vilipendió o lo idolatró, de acuerdo a los tiempos.
"Prisionero de su cuerpo"
Destacar esto fue la tarea de quienes pronunciaron discursos fúnebres en honor a este personaje de leyenda, en la última ceremonia de despedida. El expresidente Bill Clinton fue uno de los oradores, así como el comediante Billy Cristal.
Mi héroe estaba prisionero de su cuerpo", dijo a la AFP Fred Dillon, un taxista local, en alusión a la enfermedad de Parkinson que durante tres décadas padeció Mohamed Ali. "Ahora él ya puede volar como una mariposa".
Distribuidas gratuitamente, las 15.500 entradas a este evento se agotaron en media hora, provocando su venta en el mercado negro. Una vez cerrado el paréntesis de los últimos homenajes públicos, Louisville y sus 600.000 habitantes recuperarán la tranquilidad y sus costumbres.
Múltiples personalidades
Tras haber crecido bajo la segregación racial en una ciudad donde los lugares públicos le estaban prohibidos, fue imperativo que el último recorrido del campeón se hiciera tomando prestadas las calles bautizadas con el nombre que él mismo escogió al convertirse al Islam.
Posteriormente, la comitiva fúnebre se dirigió al cementerio Cave Hill. En ese vasto espacio verde también está sepultada Patty Hill, quien escribió la célebre canción "Happy Birthday to You" (Cumpleaños feliz), conocida en el mundo entero. Será como un guiño a la universalidad del legendario boxeador.
El entierro, en presencia de los hijos de Ali, se hizo en absoluta intimidad. El actor Will Smith y, los excampeones mundiales de boxeo Lennox Lewis y Mike Tyson cargaron el ataúd junto a otras cinco personas. Will Smith encarnó a Mohamed Ali en el filme de Michael Mann "Ali" (2001), un papel que le valió una nominación al Oscar al mejor actor.
Un "mecenas generoso", cuyo nombre no ha sido revelado, prometió recubrir de pétalos de rosas rojas la senda final hacia la tumba. Pero, en la práctica, ¿quién fue enterrado en Louisville?
¿Será el pequeño Cassius Clay, conmocionado por el robo de su bicicleta? o ¿el gigante del ring, derribando a pesos pesados en los "combates del siglo"? o ¿el adversario obstinado a la guerra de Vietnam? o ¿el poeta que "vuela como mariposa (y) pica como abeja"? o ¿el militante atraído por la radical visión de Malcom X? o ¿el pacífico humanista que pregonaba la tolerancia religiosa?