Por: Pablo Uribe Ruan

Lanús se coronó campeón de la Copa Sudamericana tras ganarle el título a Ponte Petra, equipo que hace dos semanas perdió la categoría en Brasil y el próximo año va jugar en el ascenso. 

Lo más llamativo del asunto, es que un equipo que descendió llegue a las finales de una copa continental, luego de eliminar en semifinales a Sao Paulo, el cual  estaba peleando descenso cuando eliminó en cuartos a Nacional. En otras palabras, un equipo de la parte baja de la tabla en Brasil, sacó de la competencia a otro que hoy en día es el mejor de Colombia. 

Por tal razón, se reabre un viejo debate que surgió luego de las declaraciones de Alexis García, en 2010, cuando aseguró que el fútbol colombiano era muy bueno. Pues, la mayor muestra de competitividad de una liga nacional precisamente se da cuando se enfrenta a otras en el plano internacional. En ese aspecto el nivel de Colombia es  regular, tirando a malo. 

La comparación a nivel del continente no es sólo con los brasileros, sino con países que tienen ligas similares a la nuestra  como Ecuador y Chile. No más sino mirar a la U de Chile o la Liga de Quito, dos equipos que en los últimos años han sabido ganar copas internacionales. 

Es más, en la última década Once Caldas ha sido el único que ganó copa, el resto de equipos se han quedado en semifinales. Y no sólo esto, pues a nivel interno no hay quien pare a Nacional, quien en sus dos últimas presentaciones en torneos internacionales no ha pasado de cuartos. 

El panorama es poco promisorio, si bien se reconoce el esfuerzo de algunos clubes por tener equipos sólidos con buenas nóminas, la realidad internacional de nuestros equipos muestra que estamos por debajo del nivel sudamericano.