Luego de que la presidenta del Polo Democrático, Clara López, le informara a través de una carta a tres de sus senadores (Camilo Romero, Jorge Guevara y Luis Carlos Avellaneda), los llamados ‘disidentes’, que habían sido removidos de las filas de militantes de la colectividad y de los órganos de dirección de la misma, el último de ellos oficializó su salida del Partido.
“Hace unos días recibí una carta, que no provenía del Comité de Ética, en donde me notificaban que me habían retirado de la lista oficial de militantes”, explicó Avellaneda.
Según López, la decisión no corresponde a una declaración del Comité de Ética del partido, ni una expulsión, ni tampoco a una sanción, sino que es la constancia de una realidad de los congresistas quienes no han hecho más que “contravenir las directrices y las decisiones del partido, y además se han dedicado a construir el movimiento Progresistas”.
A pesar de que en noviembre del año pasado el Comité Ejecutivo del Polo había decidido dar ‘vía libre’ a los tres congresistas ellos siguieron asistiendo a las jornadas del Congreso y sus votaciones eran contabilizadas como de la colectividad amarilla, hasta ahí todo iba bien.
Sin embargo, el trámite final de la reforma a la justicia volvió a contraponer el pensamiento de la colectividad con el de los ‘disidentes’. La instrucción que había dado el Polo era que sus congresistas no asistieran a las sesiones extraordinarias citadas por el presidente Juan Manuel Santos, pero Romero, Guevara y Avellaneda asistieron lo que desató la ira del partido quien desautorizó la actuación de los senadores.
“El Polo Democrático Alternativo aclara ante la opinión pública que los senadores Avellaneda, Romero y Guevara se separaron del partido para unirse al movimiento Progresistas, y por lo tanto no están autorizados para utilizar el nombre de esta colectividad de izquierda”
El comunicado agregó que los ‘disidentes’ no podían usar el nombre de la colectividad para cobijar sus actuaciones como las de los días 27 y 28 de junio cuando acudieron a las sesiones extraordinarias y votaron en contra del acto legislativo.
Vacío
Si bien la anterior situación mostró una fractura al interior del Polo, que retiró de sus filas a los senadores y les prohibió usar el nombre de la colectividad para fines políticos, también puso en evidencia un vacío jurídico a la hora de definir qué va a pasar con las curules que ocupan los tres congresistas ya que actualmente no hay una ley que resuelva esta situación.
Ahora lo que hay que definir es cómo se quedarían en el Congreso Romero, Guevara y Avellaneda si deciden continuar con sus curules, es decir, precisar si serían considerados como movimientos independientes, como minorías, si sus votos tienen o no validez en las plenarias, o si en últimas los escaños vuelven al partido para que ellos definan quienes deben entrar a ocupar las vacantes del Senado. Como hasta el momento no hay una jurisprudencia exacta frente al tema muchos le apuestan a que una demanda ante el Consejo de Estado sería la herramienta que muestre el camino a seguir en este caso, aunque también se esperan pronunciamientos del Congreso y de las autoridades electorales del país.
El presidente del Consejo Nacional Electoral, el magistrado José Joaquín Plata, cree que en este momento no están dadas las herramientas para que un militante de un partido se pase a otro.
En cuanto a los mecanismos de escisión o de fusión el magistrado dijo, “los que lo establecen de común acuerdo lo pueden hacer, como cualquier persona jurídica se pueden reunir los directivos y decir que van a hacerlo, eso es claro. Lo que es claro es que la decisión sea voluntad de todo el partido y no de unos, en ese orden de ideas si alguien quisiera pasarse de un partido a otro necesariamente hay que legislar sobre el tema”.
Cada uno por su lado
Uno de los primeros escenarios que se mostró la semana pasada es que mientras el Polo reclama las curules, el senador Avellaneda también lo hace.
“La curul es un problema muy serio porque la verdad es que ellos están en lo que se denomina doble militancia porque fueron elegidos por el Polo, ostentan la curul del partido pero han ido a militar en otro movimiento, ellos tienen que tomar la decisión de devolverle la curul al partido”, es la posición que tomó la presidenta López y que la comentó en diálogo con este Diario.
Mientras que el senador Avellaneda dijo que piensa continuar con la dignidad de mandatario y ocupará la curul a nombre propio.
Acto legislativo de 2003 y de 2009
Al parecer la reforma política del 2003 ha sido la que más se ha acercado a un concepto claro sobre a quién realmente pertenecen las curules, ya que fue un acto legislativo pensado para fortalecer el sistema de partidos en el país y además mejorar algunas de las condiciones en las que los ciudadanos elegían a sus representantes.
La reforma que en su espíritu impulsó la creación del Régimen de Bancadas e incluso promovió que todos los partidos políticos establecieran los castigos necesarios para cuando sus miembros no actuaran de acorde a los lineamientos del mismo, no dejó claro en ningún artículo o parágrafo si las curules le pertenecen a los congresistas o a los partidos.
Sin embargo, interpretaciones de la reforma dan por hecho que las curules pertenecen a los partidos, como por ejemplo lo hizo la ‘Guía Práctica del Régimen de Bancadas’ un documento elaborado por Usaid, la Universidad Javeriana, el Instituto Nacional de Democracia y la Federación Colombiana de Consejos.
Según la interpretación del informe, “con la puesta en practica de las reformas contenidas en el acto legislativo 01 de 2003 se ha establecido que la titularidad de la representación ciudadana al interior de las Corporaciones Públicas corresponde a los partidos políticos. Esto quiere decir que las curules pertenecen a los partidos o movimientos, quienes podrán disponer de ellas en consideración con las sanciones que les imponen a sus miembros elegidos”.
La Reforma Política de 2009 hace referencia a la doble militancia y a la posibilidad que tienen los partidos políticos de establecer cuáles consideran que deban ser las sanciones pertinentes para quienes incurran en este hecho, que pueden ir desde sanciones hasta expulsiones dependiendo de lo que tengan establecido las colectividades en sus estatutos.
Los senadores Romero, Avellaneda y Guevara son acusados por el Polo Democrático de incurrir en doble militancia al simpatizar con la ideología del movimiento Progresistas, sin embargo, un fallo del Consejo de Estado impidió cualquier tipo de sanción en contra de ellos.
La primera determinación del fallo dijo que “ninguna de las reformas constitucionales tipificó una sanción de pérdida de investidura por incurrir en doble militancia”.
Y la segunda, fue que el Alto Tribunal determinó que no se incurre en doble militancia cuando un miembro de un partido simpatiza con un movimiento significativo de ciudadanos que no tiene personería jurídica. “La doble militancia se concibió como una figura asociada solamente a movimientos o partidos políticos y no respecto de grupos significativos de ciudadanos”, sentenció el fallo.
Constitución vigente
Otra de las opciones que han analizado varios expertos pero que tiene posibilidad de prosperar es que se recurra a la sustitución, tal y como dice el artículo 134 de la Constitución Política del 91.
“Solo podrán ser reemplazados en caso de muerte, incapacidad física absoluta para el ejercicio del cargo, declaración de nulidad de la elección, renuncia justificada, y aceptada por la respectiva Corporación, sanción disciplinaria consistente en destitución, pérdida de investidura, condena penal o medida de aseguramiento por delitos distintos a las relacionadas con pertenencia, promoción o financiación a/o por grupos armados ilegales, de narcotráfico, delitos contra los mecanismos de participación democrática o de lesa humanidad”.
Sin embargo, ninguna de los anteriores casos funciona porque los ‘disidentes’ ni han renunciado, ni han sido expulsados de la colectividad.
Faltan ajustes a la reforma política
Reunificación, escisión y doble militancia. Tres conductas mencionadas pero no reguladas actualmente por la ley. Inicialmente delegadas a que las colectividades las precisaran en sus estatutos, ahora se abre paso la necesidad de que se clarifiquen a través del Congreso.
Reunificación
Aunque existe la posibilidad de la reunificación liberal, la principal talanquera que se presenta es la falta de reglamentación para poder llevar a cabo la unión de partidos.
De esta manera lo establecieron los congresistas de la colectividad. El mismo director de esa organización política Simón Gaviria manifestó que por ahora lo que hay son conversaciones y buenos deseos.
Gaviria reconoció que hay conversaciones preliminares, pero mientras no haya mecanismos legales para hacerlo, es simplemente una aproximación. “Estamos en un periodo de puertas abiertas, buscando que los amigos que quieran regresar al partido lo puedan hacer. Desafortunadamente no hay herramientas legales para poder hacer eso en materia de congresistas”.
El antioqueño Luis Fernando Duque, de la Comisión Sexta del Senado, manifestó que por ahora lo que se puede decir es que el Partido Liberal tiene las puertas abiertas. Dijo que no ve que las cosas estén cercanas para la reunificación liberal.
Su colega en el senado Rodrigo Villalba aclaró que la unión y la llegada de nuevos congresistas es una meta que se debe tener y anunció que varios dirigentes de la base quieren entrar al Partido.
Edgar Gómez, candidato a presidir el Senado en 2013, aclaró que independientemente que esté o no la reglamentación, las puertas están abiertas. También cree que por ahora está lejos la reunificación.
Entre tanto Honorio Galvis, igualmente candidato pero a la vicepresidencia liberal en Senado 2012-2013, consideró que el tema de uniones y paso de congresistas de un Partido a otro, esta congelado, porque hoy la ley no lo permite. Recordó que en la reuniones de bancada ni siquiera se ha tocado el tema y además aclaró que el acuerdo tácito entre los congresistas es abordar el tema una vez comience la campaña política.
Aseguro que los senadores están estudiando las normas que permitan dicha reunificación. Sin embargo, anotó que no hay definiciones claras. El caucano Jesús Ignacio García, de la Comisión Primera senatorial, recordó que la reunificación entró en suspenso porque todos están dedicados a gobernar.
“Por ahora no se vislumbra la posibilidad que exista un proceso de acercamiento. Creo que todos los Partidos vienen trabajando de manera autónoma”, dijo.
El presidente de la misma célula constitucional, Luis Fernando Velasco, anotó que el proyecto de reglamentación aun no se ha presentado ante el Congreso de la República. Comparó la reunificación liberal como cuando pareciera que el río Magdalena no se mueve pero la realidad es que sí y que va a llegar a buen puerto.
Todos coincidieron que si no se presenta la reglamentación pertinente, la tan anhelada reunificación no se dará y, lo peor para algunos analistas, es que se acorta el tiempo ante la proximidad de las elecciones parlamentarias de marzo de 2014.
Escisión
La falta de una reglamentación que permita la escisión de un Partido, es lo que, hasta ahora, había impedido que los senadores Progresistas (afines al movimiento que llevó al ex senador Gustavo Petro a la Alcaldía de Bogotá) se separen del Polo.
Por ello el senador Avellaneda se había mostrado dispuesto a liderar una iniciativa que permita que las colectividades se puedan liquidar, fusionar o ejecutar la escisión.
Avellaneda no sabe con claridad cuando estaría aprobado el proyecto, ya que por el momento ese tema se viene tocando en los diferentes partidos políticos. Pero aseguró que el proyecto que radicará conjuntamente con otros tres senadores llegará a buen puerto debido a que el Gobierno también quiere que esas figuras se desarrollen.
Manifestó que entre más rápido se apruebe la iniciativa es mejor porque de esta manera la vida de los partidos tienen más claridad. “Hoy no sabemos cuándo un partido queda disuelto, cuándo queda fusionado y cómo se puede hacer”.
No obstante esta iniciativa, aún esta en remojo, pues apenas se esta laborando y aún no se ha presentado. Pero según el senador Romero, uno de los congresistas que viene preparando el proyecto de ley, en quince días ya estaría radicado para que en la siguiente legislatura quede aprobado y así lo partidos puedan utilizar esa herramienta con miras a las elecciones.
Otro de los senadores precursores de la iniciativa, Mauricio Ospina, calificó como importante e indispensable dicha iniciativa porque en su caso personal, dentro del Polo actúa como una especie de bisagra, de una puerta descuadrada que no se quiere unir.
Por su parte el senador Jorge Enrique Robledo, aunque no conoce ese proyecto que se viene elaborando, lo que tiene entendido es que es una iniciativa que busca solucionar los temas individuales de unos congresistas.
Los senadores Avellaneda, Ospina, Romero y Guevara están trabajando conjuntamente con juristas y expertos en temas electorales para presentar lo más pronto posible el proyecto de ley, que le cambiara la vida a los partidos políticos de ser aprobado en el Congreso.
Doble militancia
El Partido Verde, así lo quiera no puede sacar a nadie de sus filas, ya que la doble militancia no se castiga con la perdida de la investidura.
Como lo publicó en primicia EL NUEVO SIGLO, una jurisprudencia del Consejo de Estado, plasmada en fallos desde hace varios meses (no una reciente sentencia, como se ha dicho equivocadamente), estableció que la doble militancia no causal de pérdida de investidura.
Este hecho, comentó recientemente el ministro del Interior, Germán Vargas, puede generar consecuencias políticas para el proceso electoral de 2014.
Según el fallo del alto tribunal, la Constitución política ni establece de manera textual que la doble militancia genere la perdida de investidura de los congresistas, ya que ninguna reforma a la Carta Política tipificó este tipo de sanción.
Para subsanar el tema, el Partido Verde prepara la presentación de un proyecto de ley que tenga como finalidad castigar la doble militancia. La posición del ex alcalde bogotano Luis Eduardo Garzón es que los Partidos no se pueden convertir en un cine continuo donde los políticos entran, salen y se acomodan en otro partido.
Entre tanto el representante Alfonso Prada consideró que ese tema lo que requiere es una reforma constitucional. Y aclaró que el Presidente de la colectividad les pidió analizar los mecanismos para que se castigue con perdida de investidura la doble militancia y que no sea solo el castigo interno de los Partidos como la prohibición de derecho al voto.
Prada recordó que en la Constitución se especifican los castigos que puede acarrear si se comprueba la doble militancia de un congresista. Lo que queda claro es que por ahora ningún proyecto en curso por parte del Partido Verde, pero sí estudian la posibilidad de la presentación de una reforma constitucional.
El senador John Sudarsky consideró que a él personalmente no le gusta la doble militancia, pero manifestó que los partidos no son ningunos angelitos. Aclaro que en el Partido Verde si hay quienes han actuado con doble militancia como el caso del ex alcalde Enrique Peñalosa, quien asistió en la campaña a lanzamientos de candidatos del Partido de La U. “Lo que se esta haciendo es una disciplina para perros”, dijo el congresista.