LA visita de Obama a la tercera economía latinoamericana marca el apoyo de Washington a los cambios que impulsa el gobierno liberal de Mauricio Macri, junto a quien rendirá hoy un esperado homenaje a las víctimas de la dictadura (1976-83), en coincidencia con el 40 aniversario del golpe de Estado.
El mandatario estadounidense llegó junto a su esposa Michelle, sus hijas, Sasha y Malia, y su suegra al aeropuerto internacional de Ezeiza donde fueron recibidos por la canciller Susana Malcorra.
Tras alojarse en el lujoso Palacio Bosch Alvear, residencia del embajador estadounidense, Buenos Aires cerró varias rutas como parte de las medidas de seguridad reforzadas tras los ataques de Bélgica.
Durante la rueda de prensa conjunta, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, agradeció la orden dada en Estados Unidos para desclasificar archivos militares y de inteligencia sobre la última dictadura (1976-1983). "Ahora que se conmemora (hoy jueves) 40 años del golpe militar que consolidó el capítulo más oscuro de nuestra historia, quiero agradecer la desclasificación de archivos”.
Macri dijo que "los argentinos tenemos derecho a saber la verdad de lo que pasó. Quiero resaltar que si nosotros dialogamos con seriedad y respeto con los países, nuestros pedidos son respondidos rápidamente". Organismos de derechos humanos se lo habían solicitado a Washington.
Tras la reunión privada y con ministros de ambos gabinetes, el mandatario argentino dijo que "este es el comienzo de relaciones maduras, inteligentes y constructivas para mejorar la calidad de vida de nuestra gente".
Aseguró que la visita de dos días del mandatario norteamericano es interpretada "como un gesto de amistad frente a un nuevo cambio" en Argentina. "Compartimos valores profundos, respeto por los derechos humanos, las libertades individuales, por la democracia, la justicia y la paz", agregó.
También indicó que comparte con Obama la mirada sobre los retos del siglo XXI, que será "el del conocimiento, la tecnología, innovación, el emprendimiento". "Su liderazgo -le dijo a Obama- es muy inspirador por emprender cambios con audacia y convicción".
Obama, por su parte, adujo que: “los Estados Unidos están listos para trabajar con Argentina. Bajo el presidente Macri, Argentina está tomando su rol de líder en la región”, y señaló, “quedamos impresionados por el trabajo hecho en estos 100 días”, hablando sobre la gestión de Mauricio Macri.
“Yo creo en la libertad de reunión, en la libertad de expresión. La democracia es mejor que la dictadura de una persona. Y lo digo en Cuba, en China o en Rusia”, concluyó Obama, hablando de su reciente visita por la isla.
Fecha polémica
Obama llega de una visita histórica en Cuba, donde propuso borrar las marcas de la Guerra Fría. En Argentina también esperan la admisión del cuestionado papel de Estados Unidos en el golpe militar de hace 40 años para cerrar así viejas heridas.
Después de 11 años, ésta es la primera visita de un presidente estadounidense a Argentina tras el portazo que recibió George W. Bush en 2005 durante la Cumbre de las Américas.
En esta cumbre naufragó el Tratado de Libre Comercio (ALCA) que impulsaba Washington y al que no cedieron el entonces anfitrión Néstor Kirchner ni el venezolano Hugo Chávez, ambos fallecidos en 2010 y 2013, respectivamente.
Ahora una polémica giró en torno a la fecha de visita, puesto que el 24 de marzo los argentinos conmemoran con multitudinarias marchas los 40 años del golpe militar que inició un sangriento régimen, apoyado en su momento por Estados Unidos.
Antes de arribar, el gobierno de Obama limó asperezas al anunciar la próxima desclasificación de archivos militares y de inteligencia relacionados con este oscuro capítulo de la historia argentina, lo que fue recibido como un gesto positivo. Organismos de derechos humanos creen que los archivos puedan develar claves sobre el destino de miles de desaparecidos, incluso de bebés robados.
Pero Washington no sólo quiere reabrir ese difícil episodio. Dentro de su agenda bilateral también quiere acercarse a la Alianza del Pacífico y busca la ayuda a Buenos Aires para que sirva de puente con los demás países de la organización. Macri, por su parte, tiene puesto sus ojos en el comercio con Asia, objetivo que para hacerse realidad necesita de la venía de Estados Unidos, quien cuenta con estrechas relaciones en esa región.
Obama igualmente quiere pisar fuerte en sus relaciones geopolíticas con Buenos Aires. China y Rusia mantuvieron excelentes lazos con los gobiernos kirchneristas logrando grandes acuerdos en materia comercial y política, situación que pone a Estados Unidos en un lugar secundario en la región.
Sensible coincidencia
"Lo que aparentemente es una mera coincidencia cronológica con la conmemoración del golpe de estado y la llegada de Obama al país, plantea en carne viva y trae de nuevo al debate estas cuestiones", dijo a la AFP la historiadora especializada en la dictadura Silvina Jensen.
Jensen dijo que así como está probada la acción de Estados Unidos en el golpe, también fue crucial que el entonces presidente Jimmy Carter en 1979 lograra que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tomara testimonio en Argentina a familiares de secuestrados.
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo no descartan que los documentos ayuden a hallar más casos de bebés robados. Hasta ahora hallaron a 119 nietos.
El Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, dijo de su lado que "sería bueno un reconocimiento público del intervencionismo de EEUU".
“Fuera 'buitres”, "Fuera Obama"
Minoritarias agrupaciones de izquierda convocaron a movilizaciones contra la presencia de Obama. Dijeron que la consigna "fuera Obama" estará presente en el acto de hoy en Plaza de Mayo de Buenos Aires, donde cada año se conmemora el Día del Memoria por la dictadura.
En tanto, centenares de organizaciones humanitarias, sindicales y sociales marcharán el hoy para repetir el 'nunca más' a una dictadura y contra el acuerdo de pago que impulsa Macri para saldar una deuda multimillonaria con financistas conocidos como "fondos buitres'.
Obama pasará hoy horas de descanso con su esposa Michelle, sus dos hijas y su suegra en Bariloche, villa turística 1.600 km al sur de Buenos Aires, donde opositores anuncian movilizaciones en medio de un paisaje de lagos y montañas/ENS con AFP