No solo es cuestión de ofrecerles salud, educación y resguardo a los venezolanos que salen desde su país hacia Colombia, sino darles una atención integral. Son cerca de 300 mil ‘patriotas’ los que quieren vivir en el país
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A medida que transcurren los días, la llegada de ciudadanos venezolanos se incrementa, así como el regreso de colombianos que residían en ese país desde hace años. Sin embargo, a nivel de gobierno nadie tiene una cifra creíble sobre el número de migrantes y los recursos que se deben emplear para su atención.
El servicio que actualmente se les está prestando a las personas que llegan del país vecino, tiene que ver primero con salud, bienestar, transporte y empleo.
La crisis política, social y humanitaria que vive Venezuela desde hace varios meses, ha hecho que a Colombia hayan ingresado unos 580 mil ciudadanos desde el vecino país.
Según el director de Migración Colombia, Christian Krüger, de esta cantidad de venezolanos que han llegado a Colombia, solo 50 mil se encuentran de forma regular en el territorio nacional.
El funcionario aseguró que las autoridades colombianas sí están preparadas para atender a la población que se marcha de Venezuela debido a la crisis. Incluso, el Ministerio de Salud aprobó una partida para atender a los venezolanos.
El funcionario propuso facilitar la política migratoria para incorporar a la población en los planes productivos. "Hay que darle la mano al pueblo venezolano", destacó.
Señaló que otorgarán un Permiso Especial de Permanencia, PEP, a más de 200 mil venezolanos, a quienes se les haya vencido o esté por vencerse su periodo de residencia en el país vecino, con el fin de regularizarlos dentro del marco legal.
Krüger aseguró que con esta iniciativa se busca evitar que los venezolanos sean vulnerados en sus derechos en materia de seguridad social.
Dijo que Colombia se ha venido preparando para esa migración masiva de venezolanos desde 2012, se aumentaron los puntos de control de cinco a siete y se puso en marcha la Tarjeta de Movilidad Fronteriza, con el fin de identificar a quienes ingresan al país desde Venezuela.
Sostuvo que facilitar la migración no es darle comida o salud, si esto se hace hay que hacerlo indefinidamente, lo que se debe hacer es integrar esa población al país en materia laboral a través del permiso laboral de permanencia para que los venezolanos puedan trabajar en Colombia y coticen a seguridad social y salud. No se les está quitando el empleo a los colombianos, pues los informales siempre van estar en las calles y eso es un fenómeno difícil de controlar.
En educación se busca que los menores en edad escolar ingresen a los planteles, igual sucede en salud, donde se busca brindar atención a los venezolanos que lo necesiten. Es decir, hay que integrar a los venezolanos a la vida activa del país.
Solo en educación en 2015 se invirtieron cerca de $17 mil millones. Es muy difícil tener una cifra de cuánto vale la atención de los venezolanos que llegan a Colombia, pues la variabilidad de los servicios hace difícil su cuantificación. “Es decir, estamos trabajando en un plan interinstitucional para atender a esa población, que en muchos casos son colombianos que regresan al país por la situación política y de violencia que se vive al otro lado de la frontera”.
Fenómeno migratorio
Hay cuatro categorías en materia migratoria con Venezuela, sostuvo Krüger.
Migración de retorno, en las últimas décadas llegó a vivir a Venezuela más de un millón de colombianos que están regresando al país y no vuelven solos, vienen con su familia.
Otro tipo de migración es la pendular, que es la que usa la Tarjeta de Movilización Fronteriza, algunos trabajan en Colombia de forma ilegal, y con el diferencial cambiario logran vivir en su país, pero pasan a Colombia comprar artículos. Con esta tarjeta hay más de 580 mil venezolanos registrados. Otra población que no tiene intenciones de quedarse en Colombia, son los que vienen a visitar familiares o a temas de salud.
Migración de tránsito, que usan el territorio colombiano para llegar a otros destinos. Hay muchos venezolanos que están llegando a Ecuador, Perú y Chile, otros al norte del continente desde Colombia.
La cuarta migración es la de destino. Es el extranjero que ve a Colombia como un país para quedarse y hay que tener en cuenta que hay unos 50 mil venezolanos en esta condición regular, otra son los que ingresaron de forma regular con su pasaporte pero superaron el tiempo de permanencia que son algo más de 150 mil venezolanos y otro punto son los que entraron por las trochas, no por los puntos fronterizos, son entre 100 mil y 140 mil personas. Es decir que entre quienes quieren quedarse en Colombia son aproximadamente unas 300 mil personas procedentes desde Venezuela.
Preocupación
Para los gremios de la producción la situación que se vive con Venezuela es delicada. Se ha perdido el mercado más importante de Colombia. Colombia llegó a exportarle unos US$7 mil millones a Venezuela, lo que se ha reducido casi a nada.
El presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Carlos Luna, dijo que hay una reducción casi total del intercambio comercial.
Dijo que la Cámara de Comercio trabaja con el Gobierno nacional para crear empleos en el clúster de moda.
La inseguridad es uno de los fenómenos que más afecta a la zona de frontera y a varias ciudades del país a las que han llegado venezolanos, que no tienen posibilidades de trabajar.
Tránsito a otros países
Según las cifras del Instituto Nacional de Migración, INM, en México se tienen registradas 25.248 personas venezolanas, de las cuales mil 239 radican en Jalisco.
Alejandro Motta Nicolicchia, jefe de área del departamento de Comunicación Política de la Universidad Panamericana Campus México, vaticinó que la emigración de venezolanos seguirá aumentando.
El académico explicó que históricamente quien se iba de Venezuela era la clase media y la clase alta, aunque ahora la clase baja también se está yendo. Dijo que es más común que los de clase media se vayan a países como México, principalmente por el costo que tiene un pasaje, el cual además se debe pagar en dólares.
“A México está emigrando la clase media y la clase media alta, a Colombia y países más cercanos emigra la clase baja, porque no necesitan tener plata para comprar un boleto de autobús, incluso se van caminando”, puntualizó.
Detalló que la migración responde a dos fenómenos; primero al económico, por la falta de posibilidad o capacidad de adquirir las cosas mínimas para la familia, y la segunda el miedo que ha sembrado el Gobierno. “La situación del país es peor que lo que se ve en los medios de comunicación, no por culpa de los medios, pero es tal el drama, que no tienen capacidad de cubrir todas las historias de lo que pasa diariamente”.
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