Por Alejandro Isaacs Giraldo
Periodista El Nuevo Siglo
En el primer semestre de 2012, el entonces secretario de Gobierno, Antonio Navarro, propuso realizar por encima de la mesa una gran coalición de todos los partidos y movimientos políticos en el Concejo de Bogotá, donde cada quién asumiría responsabilidades en sectores definidos.
Según dijo Navarro, la intención de la Administración era tener gobernabilidad transparente, pero algunos movimientos y partidos pusieron el grito en el cielo argumentando que eso era legalizar el reparto burocrático.
Desde ese momento, aunque por mayoría fue aprobado el Plan de Desarrollo, la oposición cargó baterías para atacar la Administración, muchas veces con razones técnicas y pruebas, así como también denuncias insulsas.
El alcalde Gustavo Petro ha dicho que el Concejo no le aprueba proyectos por revanchismos políticos debido a las denuncias sobre el carrusel de la contratación y la poca participación de los concejales en la burocracia distrital.
EL NUEVO SIGLO con base en los informes de gestión de la corporación encontró que ese argumento es una verdad a medias, porque el Concejo le ha aprobado a Petro casi la mitad de las iniciativas, aunque a cambio los debates de control político de la oposición están a la orden del día.
En dos años y nueve meses, la actual Administración radicó en la Secretaría del Concejo 41 proyectos de acuerdo. Fueron archivadas 20 iniciativas, mientras que hoy 17, casi la mitad, ya son acuerdos de la ciudad y 4 están pendientes de ser debatidas.
Mientras el balance no es malo en el número de proyectos aprobados, teniendo en cuenta que Petro tiene las minorías en el Concejo, de las 45 sesiones que se realizaron en el primer semestre de este año, 24 fueron debates de control político.
Año tras año
Se podría afirmar que el primer año de la Administración Petro fue el comienzo de una luna de miel silenciosa, pues el Concejo le aprobó la mitad de los proyectos. Fueron 8 iniciativas de las cuales 4 se convirtieron en acuerdos. Las modificaciones en el presupuesto anual de rentas e ingresos de 2012 fueron aprobadas, al igual que el aforo para 2013 y el cobro de valorización que hoy llega a los predios.
En cambio, en 2012 el Concejo archivó la modernización del sistema tributario distrital y el cupo de endeudamiento, dos proyectos fundamentales para cumplir las metas del Plan de Desarrollo “Bogotá Humana”.
Para 2013 se podría decir que mientras día a día el Concejo y el alcalde se mostraban los dientes, en la aprobación de proyectos fue la verdadera luna de miel. Petro radicó 7 iniciativas de las cuales la plenaria aprobó 5 y archivó 2 proyectos. Entre los 5 proyectos aprobados está la ampliación del cupo de endeudamiento que se había hundido el año anterior, pero con el argumento que era para la primera línea del Metro y con cambios sustanciales al proyecto inicial se convirtió en acuerdo de la ciudad. Esta autorización ha sido caballo de batalla para la oposición a Petro, que lo acusa de no utilizar un solo peso del cupo.
Este año la luna de miel terminó en separación, pues de 4 iniciativas de Petro, 3 fueron archivadas y solo 1 fue aprobada. Pararon unas modificaciones presupuestales y se colgaron las vigencias futuras para 25 colegios en concesión, la tasa de congestión y la reforma tributaria.
Precisamente, la gota que llenó el vaso fue el hundimiento del proyecto de las vigencias futuras para los colegios en concesión. Como el tema es sensible, y afecta a más de 30.000 niños y jóvenes, el Gobierno nacional entró a terciar para que los concejales de la Unidad Nacional aprobaran el proyecto. Sin embargo, en la actualidad sigue enredado el tema.
Hoy por hoy
Ante la necesidad de aprobar proyectos que requiere la ciudad, en las últimas horas Petro indicó que está dispuesto a reunirse con los partidos políticos para explicarles con detenimiento las iniciativas que fueron hundidas por el Concejo de la ciudad.
“Es importante que el Concejo de Bogotá, con los mismos partidos que en el Congreso, nos dijese qué piensan del Metro, qué piensan de la reestructuración institucional que propusimos, qué piensan de los colegios en concesión. Ellos lo negaron. Nosotros lo presentamos. Qué piensan de la modernización tributaria”, afirmó.
El alcalde Petro reiteró que es hora de un serio acuerdo de partidos alrededor de estos temas tan importantes para los bogotanos.
“Yo estoy dispuesto a reunirme con los partidos políticos. Y si hay una posición favorable, volver a presentar los proyectos de acuerdo en sesiones extraordinarias, porque el año entrante no es posible”, expresó.
Frente al proyecto de la empresa única de transporte, Petro recordó que no era el cambio de nombre de Transmilenio sino un cambio de complejo en la institucionalidad con relación al transporte multimodal que se implementa en la ciudad.
Esta última intervención del mandatario no significa que se reviva la propuesta del hoy senador verde Navarro, sino un acercamiento para los últimos meses de este año, porque en 2015 la campaña al Concejo frenará cualquier iniciativa que afecte las elecciones del 25 de octubre.
Utilizan políticamente el aval para los proyectos: Uribe
Desde el primero de enero de 2012, cuando se posesionó Miguel Uribe, del Partido Liberal, como uno de los concejales más jóvenes en Colombia, dejó entrever que iba con todo frente a la Administración Petro.
Su posición ha sido consistente y ahora como presidente del Concejo, Uribe ha realizado debates de control político.
ENS: La no aprobación de proyectos por parte del Concejo, ¿es revanchismo político contra el alcalde?
Miguel Uribe:Las facultades normativas del Concejo de Bogotá son limitadas. Varios de los proyectos que se presentan necesitan un aval de la Administración y desafortunadamente se utilizan criterios diferentes. Se podría interpretar como una utilización política del aval para los proyectos. Hay iniciativas que tienen las mismas características y unos reciben el visto bueno y otros no.
En algunos casos la Administración Petro puede utilizar su facultad de dar aval o no de los proyectos como una herramienta política.
ENS: Los proyectos que ustedes han aprobado y el alcalde objetado, ¿es revancha política del alcalde?
MU:Muchos son objetados innecesariamente por el alcalde por razones que se estudian y que no son aceptadas por el Concejo.
ENS: Cuando el alcalde dice que hay mafias en el Concejo y no sanciona los proyectos, ¿es revancha?
MU:No creo que tenga que ver. No conozco las razones, pero lo cierto es que el aval es utilizado, en algunas oportunidades de manera política.
Se puede demostrar que los concejales afines de la Administración reciben más conceptos favorables que los que no estamos cercanos a la Administración.
ENS: Y las objeciones ¿qué?
MU:El alcalde tiene la autonomía para hacerlos, pero en muchas ocasiones desconoce la soberanía y autonomía del Concejo de Bogotá.
ENS: ¿Es revanchismo del alcalde?
MU:Quisiera pensar que no, pero desafortunadamente de la manera cómo actúa el alcalde parece que constantemente lo hace de ese tipo de forma.
ENS: Y los ciudadanos de a pie ¿qué?
MU:El alcalde hace llamados para que el Concejo ponga por encima la ciudad del debate político, pero con sus afirmaciones quien tiene que poner por encima a la ciudad es él.
Descarten propuestas por sus contenidos: Rojas
Hasta hace menos de un año María Fernanda Rojas era la directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). Ahora es concejala de la Alianza Verde, pero su origen es el movimiento Progresistas que eligió a Petro.
ENS: ¿Cómo ve el rechazo a los proyectos de la Administración Petro?
María Fernanda Rojas:Proyectos importantes para la ciudad que presenta el Alcalde Mayor requieren el respaldo del Concejo, así como muchas iniciativas de acuerdo del cabildo necesitan el visto bueno de la Administración.
Lo que más le convendría a la ciudad, sin apartarse de que el ejercicio de la oposición no solo es un derecho sino que es saludable para la democracia, es que sus autoridades -el Ejecutivo y la Corporación- acuerden una agenda normativa de temas estratégicos para la ciudad.
Un asunto que refleja esta urgencia es, por ejemplo, la creación de una empresa gestora del Metro.
ENS: ¿Cree que es posible una revancha con el mandatario?
MFR:No lo leo en términos de revancha, pero sí pienso que la relación entre el alcalde y el Concejo se ha convertido en objeto de tensiones sin resolver.
Se requiere que las diferencias se pongan en el escenario natural: los debates de los proyectos.
Allí deben plantearse los distintos puntos de vista, modificar y mejorar las propuestas que trae la Administración y presentar a la ciudadanía resultados en donde es posible establecer acuerdos.
Lo que no debe ocurrir, y así ha pasado gracias a la polarización política, es que se descarten propuestas en razón de quienes las presentan y no de sus contenidos, como ocurrió con la banalización del proyecto para crear la empresa del Metro que presentó el alcalde. Terminó como un titular que tergiversó su verdadero sentido.
Se necesita también que haya un vocero de la Administración frente al Concejo, que proponga el diálogo con las bancadas y la agenda normativa. Si existe, no lo conozco.
ENS: ¿Las denuncias sobre el carrusel han afectado los proyectos?
MFR:Tal vez al principio de este período hubo una influencia del carrusel que afectara significativamente estas relaciones Concejo-Administración.
Sin duda, hoy es mucho menor gracias al avance de los procesos judiciales, aunque estos hayan sido lentos.
Ha hecho falta que los partidos políticos asuman responsabilidad sobre estos hechos que fueron un golpe de gracia a la confianza que la ciudadanía puede depositar en sus instituciones. Se necesita aprender, enmendar y tomar medidas para que no se repitan situaciones similares, no se trata solo de responsabilidades individuales.