El español David Ferrer, cuarto favorito, tuvo que controlar una reacción tardía del sudafricano Kevin Anderson para vencerle 6-4, 6-2, 7-6 (7/3) y sellar su pasaje a la segunda ronda del Abierto de Tenis de Estados Unidos, que se juega en Flushing Meadows, Nueva York.
Ferrer, que participa en su décimo US Open, había ganado las dos primeras mangas con relativa comodidad hasta que aflojó su juego en la tercera, al parecer agotado por el calor, y cometió 17 de los 38 errores forzados que tuvo en el partido.
Luego de permitir tres quiebres en el tercer set y dejar que Anderson se le adelantara 2/0 en el tie-break, el tenista ibérico de 30 años enmendó el rumbo y liquidó a su oponente 7/3, para avanzar a la segunda ronda del US Open por octava ocasión consecutiva.
“Es un jugador muy difícil y muy fuerte. Con un muy buen primer y segundo servicios. Por suerte pude pasar a la siguiente ronda”, expresó Ferrer.
Para descomprimir las tensiones de este torneo, Ferrer reveló que aprovecha los ratos libres “para pasear con mi familia por Nueva York y relajarme en esos paseos”.
Ferrer, la mayor esperanza de su país en Flushing Meadows tras la ausencia del estelar Rafael Nadal por lesión, enfrentará en segunda ronda al holandés Igor Sijsling, 78 de la ATP, que se impuso al español Daniel Jimeno-Traver por 7-5, 6-3, 6-4.
El español admitió no sentir presión por el cartel de principal favorito de su país a este US Open, y acotó que “en definitiva este es un deporte individual y cada cual está solo con su juego”.
“Es una lástima que ‘Rafa’ no esté aquí porque es un gran amigo mío y un gran compañero, y se le echa de menos, pero no hay que olvidar a (Roger) Federer y (Novak) Djokovic. Esos sí son grandes favoritos”, subrayó Ferrer.