La Compañía Nacional de Danza Contemporánea de Corea (KNCDC) llega a Colombia con Música para ritos, las imágenes posteriores a la rosa, una obra que desenreda la belleza de los ritos y sus significados contemporáneos a través de los sonidos de instrumentos tradicionales coreanos.
Establecida en 2010 y bajo la dirección de Ahn Sungsoo, la KNCDC llega al Teatro Mayor, para una única función mañana, con 25 bailarines en escena y música en vivo con instrumentos tradicionales como gayageum, daegeum, piri, haegeum y percusiones para adentrar al público colombiano en la magia ritual y en la fuerza expresiva de la cultura coreana.
La obra toma como punto de partida La consagración de la primavera de Ígor Stravinski, cuyo argumento narra el rapto y sacrificio pagano de una doncella al inicio de la primavera, la cual es obligada a bailar hasta su muerte, para obtener la benevolencia de los dioses en esta nueva estación que da inicio. Ahn Sungsoo, director artístico de la compañía, ha reinterpretado el concepto de la pieza a partir de su cultura, de sus rituales, de sus instrumentos y de su música, logrando una bellísima y sutil partitura visual, que es acompañada por la composición sonora del compositor coreano Ra Ye-song.
Con una puesta en escena minimalista, que permite realmente centrar la atención en el cuerpo y en la fuerza colectiva de la danza, Sungsoo logra adentrarse en el universo ritual, pero con una mirada contemporánea, que ubica a la tradición en un lugar diferente, creando un verdadero diálogo entre pasado y presente. Elementos folclóricos -como la danza de cinco tambores- y la utilización de instrumentos tradicionales coreanos, son las herramientas con las a obra se acerca a las raíces de la cultura coreana y ver desde allí el mundo de hoy.
Como director artístico, Sungsoo ha buscado que la compañía esté abierta a distintos géneros dancísticos, desde la danza tradicional coreana, hasta el ballet y la danza contemporánea, logrando que sus intérpretes tengan una gran cantidad de herramientas expresivas al momento de llegar a una nueva creación. Su método de entrenamiento busca realmente combinar la danza oriental con la occidental, para crear un lenguaje híbrido totalmente propio.
Música para ritos, las imágenes posteriores a la rosa se compone de doce escenas en donde la danza rinde un homenaje a los dioses ancestrales y al encuentro de los pueblos antiguos con la naturaleza, construyendo un collage de imágenes que entrelaza el pasado y el presente bajo títulos como: Viaje por el tiempo, Danza de los guerreros, Expansión, El oso y el tigre o Divertimentos, entre otros.