La constructora CDO, responsable de los edificios Space, Continental Towers y Asensi, en el exclusivo sector medellinense de El Poblado, adoptó en los últimos días una posición que los damnificados no vacilaron en calificar de chantaje.
El pasado 12 de octubre se desplomó la torre seis del Space, causando la muerte de doce personas y la situación obligó a evacuar las cinco torres restantes, una de las cuales fue echada al suelo hace algunos días por la vía de la implosión con transmisiones televisadas en vivo y en directo.
Días después el Continental Towers y el Asensi, también levantados por la constructora de propiedad del exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín, Álvaro Villegas Moreno, tuvieron que ser evacuados ante las graves fallas estructurales que fueron detectadas. Desde entonces la constructora se había hecho cargo de los damnificados brindándoles un auxilio para que pudieran atender al arrendamiento de otros inmuebles.
Entre tanto, avanzaban unas negociaciones tendientes a concretar las indemnizaciones respectivas, pero estas conversaciones se rompieron hace cinco días cuando la firma CDO dijo que ese pago lo supeditaba a que se le permitiera repotenciar los edificios ahora evacuados.
Un poco de historia. La orden de la Alcaldía de Medellín hasta entonces era tumbar las otras cuatro torres del Space, de acuerdo con un primer diagnóstico emitido por la prestigiosa Universidad de los Andes, de Bogotá.
La nueva postura de la firma de Villegas Moreno fue calificada de chantaje por los afectados, y ya setenta de ellos -los de Continental Towers- anunciaron que van a acudir a los tribunales para que sea la justicia la que decida su situación.
La referida Universidad de los Andes debe entregar otro informe definitivo a principios de abril, dictamen que incluirá al Space, al Continental y al Asensi, los cuales en concepto de expertos, vale más repotenciarlos que echarlos a tierra y volver a levantarlos.
Los afectados han dicho que ellos no adquirieron con sus ahorros de toda la vida apartamentos repotenciados o rehabilitados, por lo que exigen la devolución total del dinero hasta ahora invertido en lo que creyeron habría de ser su segura y definitiva residencia.
Sitiándolos por necesidad. En este caso como en muchos otros donde imperan el dinero y el poder, la constructora CDO parece querer sitiar por necesidad a los que en este momento tienen perdido todo su capital, prevalida de sus multimillonarios recursos y de la lentitud y sesgo con que a veces actúa la justicia en Colombia.
Esta tragedia constituye el más grave traspié padecido en toda su historia por la ingeniería antioqueña, siempre tan reconocida y apreciada en el ámbito nacional, máxime cuando en ella está inmerso el nombre de quien ha sido gobernador de Antioquia, alcalde de Medellín, senador, presidente del Congreso de la República y presidente casi a perpetuidad de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, la famosa SAI.
El asunto, sin embargo, puede dar mucho más en los próximos días, cuando la Fiscalía General de la Nación que avanza en sus investigaciones, tenga que decidir sobre las posibles responsabilidades, penales, en caso de que llegue a comprobarse la utilización de materiales de baja calidad, lo que hasta ahora no está descartado.