El ministro sirio de Defensa y su viceministro, cuñado del presidente Bashar al Asad, murieron el miércoles en un atentado con bomba en Damasco, donde arreciaban los combates entre los insurgentes y las fuerzas del régimen.
El ministro de Defensa, Daud Rajha, y el viceministro, Asef Shawkat, son los funcionarios de mayor jerarquía que pierden la vida desde el inicio de la rebelión que estalló en marzo de 2011.
"Rajha cayó como mártir en el atentado terrorista contra el edificio de la Seguridad nacional", informó la televisión estatal. Jefe adjunto del ejército, el general Rajha era de confesión cristiana.
La televisión también dio parte del fallecimiento del general Shawkat.
El ataque, llevado a cabo por la mañana contra el ultraprotegido edificio de la Seguridad Nacional, fue reivindicado por el Ejército Sirio Libre (ESL), formado por militares desertores que se plegaron a la insurrección y por civiles armados.
Una fuente de seguridad dijo a la AFP que fue llevado a cabo por un kamikaze que activó su cinturón de explosivos en la sala donde se reunían los altos responsables del aparato de seguridad.
También sufrieron heridas el ministro del Interior, Mohamad Ibrahim al Shaar; el jefe de la Seguridad Nacional, Hisham Ijtiar, y Hasan Turkmeni, adjunto del vicepresidente, según la fuente.
"Este acto terrorista refuerza la determinación de nuestras fuerzas armadas para limpiar la patria de los restos de bandas terroristas", afirmó el ejército en un comunicado.
El diputado Jaled al Abud atribuyó el atentado a "elementos exteriores", entre los que mencionó a Estados Unidos y sus "instrumentos" que obran desde el interior del país "por la destrucción del Estado sirio".
La explosión se produjo horas antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU someta a votación una resolución que amenaza a Siria con sanciones, a las cuales se opone Rusia, aliada de Asad.
El canciller ruso, Serguei Lavrov, alegó este miércoles que la ONU no puede apoyar una revolución.
El martes, los rebeldes habían anunciado el inicio de la "batalla para la liberación" de Damasco.
El régimen reprime con helicópteros artillados
La periferia de Damasco es teatro desde el domingo por la noche de los más violentos combates desde el inicio de la insurrección.
Unos 60 soldados del ejército regular murieron en las últimas 48 horas en Damasco en combates con el ESL, afirmó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"Entre 40 y 50 soldados de las fuerzas regulares sirias murieron anteayer (lunes) en combates en Damasco y al menos 20 perecieron ayer (martes)", declaró por teléfono a la AFP el presidente de la OSDH Rami Abdel Rahman, sin precisar las fuentes de este balance, que no se ha podido verificar.
El miércoles, los combates continuaban en los barrios de Midan y Kfar Susé, en el sur y el oeste de Damasco, agregó el OSDH.
Según esta organización y los Comité locales de coordinación (LCC), que organizan la movilización en el terreno, los helicópteros entraron en acción el martes, y participaban con sus ametralladoras en los combates en los barrios de Qabun y Barzé, al este de la ciudad.
Varios columnas de humo se desprendían de diferentes puntos de la capital.