La quinta edición del Rally Dakar en Sudamérica recorrerá desde mañana una ruta que bordea el Pacífico, con duras pruebas para estrellas como los anteriores ganadores Stépahne Peterhansel, Nasser Al-Attiyah y Carlos Sainz, a los que se suma el mercurial estadounidense Robby Gordon.
El Dakar tendrá la participación de 459 vehículos entre autos, motos, camiones y cuatriciclos y bordeará la costa del Pacífico en un recorrido que se inicia el 5 de enero en Lima, Perú, y finaliza el 20 del mismo mes en Santiago de Chile tras un paso por tierra argentina.
El trazado alcanza los 8.400 km divididos en 14 etapas que se disputan hasta el 19 de enero, con una ceremonia de premiación al día siguiente en el centro de la capital chilena.
Los aficionados al automovilismo en cuatro o dos ruedas vivirán el regreso a la categoría del gran campeón de rally y ya ganador del Dakar, el español Carlos Sainz, al tiempo que podrán apreciar el regreso de Honda a la prueba de motos.
La marca japonesa no participa en la prueba desde 1992 y ahora está dispuesta a disputar la supremacía de KTM y su piloto francés Cyril Despres.
KTM ya sufrió problemas con la baja de su otro piloto, el español Marc Coma, lesionado en el rally de Marruecos el pasado octubre. Coma venció en las ediciones 2006, 2009 y 2011 del Dakar.
Pero la 34 edición del Rally contará además con las presencias estelares de Peterhansel, Al-Attiyah y Gordon, excluido de la prueba anterior por “no conformidad técnica” de su Hummer.
Carlos Sainz El Matador, doble campeón mundial de rally en 1990 y 1992 y ganador del Dakar-2010 con Volkswagen, dirigirá este año un Buggy doble tracción con los colores de Catar.
Se alinea al lado de Al-Attiyah, el piloto catarí, que también enarbolará los colores de su emirato sobre un vehículo idéntico. El vencedor 2011 tuvo que abandonar el año pasado tras varias averías en su Hummer fabricado en Estados Unidos.
Los 459 vehículos de la edición 2013 se comparan muy bien ante los 443 de la anterior.
La carrera se largará por primera vez en una zona desértica y arenosa al sur de Lima, por lo que los pilotos deberán adaptarse rápido al clima y las dificultades de navegación.
Tras las interminables dunas de Perú espera el inmenso desierto pétreo de Atacama, en el norte de Chile, que será otra vez el tramo emblemático del Dakar “hecho en Sudamérica”, como lo era el Teneré en las ediciones africanas.
Argentina será otro de los puntos fuertes de la carrera con sus paisajes de pampas y cañones, que exigirán talento y habilidad a los pilotos.
Por primera vez habrá un podio final en Santiago de Chile, frente al céntrico y presidencial Palacio de la Moneda.