Con denuncias de que un joven ciudadano fue constreñido para que interpusiera el recurso que dilata el estudio para ampliar en 3 billones de pesos el cupo de endeudamiento de la capital del país, se mueve el Concejo de Bogotá duramente criticado por la falta de acción.
Además que las recusaciones tienen en el ojo del huracán a la mesa directiva del Concejo porque con esos recursos se realizarán obras importantes de infraestructura, otra papa caliente son las licencias que han pedido las curules que tienen implicaciones con el carrusel de la contratación.
El caso más sonado se registra con el concejal del Partido Verde, José Juan Rodríguez, privado de la libertad por la supuesta participación en el carrusel y quien el 24 de mayo, cuando le dictaron medida de aseguramiento, pidió licencia por seis meses. La presidenta de la corporación María Clara Name se declaró impedida por ser del mismo partido y pidió conceptos jurídicos. Pasaron más de tres meses para tomar la determinación de no aceptarle la licencia al concejal detenido.
Cuando todo estaba listo para que la curul la asumiera Lucía Bastidas, Rodríguez desde la cárcel La Picota apeló la determinación y se volvió a dilatar la posesión del quinto concejal verde. Ayer Bastidas interpuso una tutela para ejercer sus derechos democráticos como concejal de la ciudad.
Para la concejala Angélica Lozano, del movimiento Progresistas, es indignante ante la fallida posesión de Bastidas por el elemental error de notificación y procedimiento jurídico.
“Debían notificarle a Rodríguez que podía interponer el recurso de reposición, para que la Mesa Directiva reconsiderara su decisión, y si era negado, quedaba el recurso de apelación para que la plenaria tuviera la última palabra. Pues bien, nunca le advirtieron esta situación, y cuando llegó su reemplazo cayeron en cuenta que no podían posesionarla hasta que se surtiera el trámite de los recursos. ¿Olvido o artimañas? Parecen errores voluntarios para dilatar, trampas”, cuestionó la concejala, quien lamentó que aún no exista la figura de silla vacía para los corruptos, que habría permitido dejar vacante su curul y evitaría la “feria de recusaciones e impedimentos”.
Para completar el chicharrón de la mesa directiva, el concejal de La U, Orlando Parada, quien deberá acudir ante un juez para que le sean imputados cargos por su presunta participación en el carrusel, decidió solicitar licencia a partir del 1º de octubre.
Cupo
Mientras EL NUEVO SIGLO conoció que entre sábado y domingo se votaría el cupo, la concejala Lozano dijo que “el Concejo está de espaldas a la ciudad, y se ha convertido en una costosa bicicleta estática”, ante los cerca de 300 millones de pesos que han costado las siete sesiones para las recusaciones.
En este sentido, el concejal verde Antonio Sanguino manifestó que la no aprobación del cupo se piensa que es daño para el alcalde, pero la realidad es que es una vergüenza porque se paraliza la ciudad, el desarrollo y se trivializa el recurso de la recusación: “Lo más grave es que la presidenta del concejo hubiera servido de idiota útil a esta patraña”.
El concejal Celio Nieves, del Polo Democrático, solicitó a la presidencia darle prioridad al debate del cupo de endeudamiento: “Las recusaciones fueron resueltas, entonces es pertinente que la plenaria se dedique a este y otros temas de gran importancia para el Concejo y la capital”.
La bancada del Polo consideró que es oportuno definir la suerte del proyecto de acuerdo: “Solicitamos respetuosamente que en la agenda de la sesión plenaria siguiente se dé prioridad a la discusión y definición de tan importante proyecto”.
La plenaria del Concejo tiene hasta el próximo miércoles para definir la suerte del cupo, mientras que la oposición mueve fichas para frenar su estudio.