¿CÓMO CONVERSAR con los hijos y no morir en el intento” es la más reciente conferencia del escritor y libretista colombiano Mauricio Navas Talero, quien en los últimos 30 años se ha destacado por su impecable pluma como “Azúcar”, “La Alternativa del Escorpión”, “La Otra Mitad del Sol”, “La Mujer del Presidente”, “La Lectora”, “Pura Sangre”, “Punto de Giro”, “Alias El Mexicano” y recientemente, “El Inquisidor”, producciones que lo han llevado a ganarse cuatro premios Simón Bolívar, cinco Indias Catalinas, dos TVyNovelas.
Detrás de estos personajes está Navas Talero, apasionado por el descubrimiento del ser, no solo de sus personajes, sino de quienes lo rodean, y que ha develado con el trasegar de los años su auténtica misión en la vida.
“Busco enseñar, informar, detectar, reconocer y transformar los modelos de comunicación inconscientes con los hijos, según mi propia experiencia. Pienso que las prohibiciones y las restricciones me parecen absurdas, yo creo que el individuo debería reconocer qué es lo que le conviene. Yo lo llamo un modelo de comunicación afectiva. Yo lo que le propongo a los padres es que se construya una relación a partir de la escucha y el respeto”, destacó Mauricio Navas.
Navas Talero, el libretista apasionado por el descubrimiento del ser, no solo de sus personajes, sino de quienes lo rodean, y que ha develado con el trasegar de los años su auténtica misión en la vida: “La construcción de pensamiento desde la comunicación afectiva”.
Después de crear algunos de los personajes más icónicos de los dramatizados en Colombia, Mauricio Navas Talero se ha concentrado en el descubrimiento del ser. El suyo y el de otros.
En la actualidad, es presidente de su empresa de contenidos, All Media Atelier, director de la Escuela de Escritores de Mauricio Navas Talero y vicepresidente Smartfilms y SmartFilmsClass.
También maneja el podcast Ser o no ser, uno de los más escuchado en Spotify: “Nuestro fin último es que ese oyente, a partir de estas conversaciones, también empiece a mirarse, a conocerse a sí mismo. Yo soy un convencido, sin involucrar a ninguna religión en esto, de que una de las frases más sabias que existen es la que dijo Cristo en la cruz: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”, refiere.
Un libro
Como escribir es su pasión, Mauricio se encuentra escribiendo un libro sobre la historia con sus hijos: “Lo quiero hacer es dar un mensaje lo más claro posible. Yo quisiera que la persona o las personas que lean el libro se lleven algo de verdad. Por ejemplo, con Fernando, mi hijo menor, estamos por tomar unos ‘likes’ en Instagram donde hablábamos de cosas de nuestro pasado, como resolvimos los problemas, los desencuentros que naturalmente pasan”.
Además, se dedica a escribir una segunda película de las tres que tiene a su cargo, la primera se llama “El Coleccionista de artes”, que es la adaptación de un libro.
“Una tercera película sobre una novela de un norteamericano que escribió su caso en la vida real, entonces estoy escribiendo esas tres películas, adicionalmente tengo un proyecto de una serie musical, aunque hoy en día las cosas en Colombia se volvieron un poco más lentas, porque como la producción en Colombia prácticamente se redujo casi nada ahora la producción se demora un poco más, pero yo no puedo dejar de escribir para mí es la vida, yo no escribo porque me paguen yo escribo porque lo necesito”, resalta el escritor.
“A los 12 años me publicaron mi primer cuento. Comencé a escribir guiones para televisión, porque yo trabajaba con Pepe Sánchez que es mi gran maestro, mi gran mentor, él me enseñó a escribir, a dirigir”.
“El arte es una de las pocas profesiones en las cuales entre más viejo seas mejor tienes que ser y Pepe tiene toda la razón, en este momento son muchas las cosas sobre las que quiero escribir, para reflexionar”, resalta.
A lo largo de 30 años ha educado a sus dos hijos, razón por la que se dio cuenta de que el lenguaje y la comunicación son los determinantes de cómo se construye la relación y la vida con los hijos, sin violentarlos, sin pasar por encima de ellos, respetándose y permitiéndoles que ellos sean lo que quieran ser y no lo que uno quisiera que ellos fueran.
“El resultado a estas alturas es muy grato, mis dos hijos son dos personas muy tranquilas, muy felices, muy funcionales, y lo interesante es que los dos tienen una noción muy elevada de sí mismos, son personas que se respetan, que respetan a los demás, y todo esto nace dentro de un marco de una gran libertad con altísimos niveles de comunicación”.
Y no se equivoca al establecer que la comunicación que fue construyendo con ellos tiene ciertos parámetros que “fui observando y tomando nota, y decidí escribir un libro que saldrá el año entrante donde relató cómo eduqué a mis hijos y cómo construí estos canales de comunicación”.
Una mejor versión
El libretista no se equivoca al afirmar que en muchas ocasiones los hijos terminan siendo criados por la nana, la abuela, la tía y no propiamente por los padres, lo cual es un error: “Si vas a tener hijos entonces debes tener tiempo para educarlos, no sirve de nada darles un buen colegio, o darles dinero, ellos te necesitan a ti y en tu mejor versión, en la versión más amorosa, más comunicativa, más generosa, más tranquila, eso es lo que necesita un hijo”.