La Xbox One de Microsoft y la Playstation 4 de Sony serán las indiscutibles estrellas del salón de videojuegos E3, que comienza el martes y se extiende hasta el jueves en Los Angeles.
Nintendo, en cambio, cuya última generación de consolas Wii U fue eclipsada por sus rivales, estará de perfil bajo en el mayor evento del videojuego en todo el mundo.
Microsoft y Sony tienen preparadas faraónicas presentaciones para lanzar nuevos juegos, con creaciones cada vez más realistas y una excelente calidad de juego -o jugabilidad- para satisfacer hasta a los más fanáticos.
El éxito de estos juegos es clave para los desarrolladores de consolas, incluso si sus dispositivos han evolucionado en los últimos años para volverse más versátiles e imponerse como un verdadero centro neurálgico de los salones.
"Al final, lo que hace que la industria del videojuego funcione son los juegos 'súper éxitos'", dice Scott Steinberg, analista estratégico de los estudios Phoenix Online. "Los actores del mercado tratarán de imponer sus mejores juegos para tratar de establecer el dominio".
Sony se presenta en el salón E3 (por "Electronic Entertainment Expo") con una cierta ventaja en esta guerra de las consolas: las ventas de su PS4 superaron las de la Xbox One desde que ambas consolas salieron al mercado en noviembre.
El mes pasado, Microsoft bajó el precio de su Xbox One y tomó la decisión de que se vendiera sin su sistema de comandos vocales y sin su sensor de movimiento Kinect.