La Semana de la Moda de París cerró con broche de oro con el desfile del diseñador de Louis Vuitton, Marc Jacobs, que instaló el miércoles en un patio del Louvre escaleras mecánicas por donde bajaban, de dos en dos, modelos vestidas con tejidos a cuadros, como si fueran juegos de damas.
Para la próxima primavera y verano, Vuitton salpicó su paleta de amarillo limón, caramelo, verde musgo, marfil, blanco y negro, que usó en estrechas minifaldas, pantalones, chaquetas y monos, presentadas por modelos que bajaban en parejas las cuatro altas escaleras.
La pasarela Vuitton -espectacular, como suelen ser las de esta casa de lujo que pone fin a la maratónica tanda de desfiles que empiezan en Nueva York, y siguen luego en Londres y Milán- estuvo inspirada en la obra del artista francés Daniel Buren, quien colaboró con la escenografía.
El trabajo de Buren "es muy gráfico, pero siempre me emociona", dijo a reporteros Jacobs, que en su desfile anterior recreó un tren del Orient Express y antes un mágico tiovivo blanco y pastel.
"Después del tren, y el cuento infantil, las escaleras mecánicas parecían como algo poderoso, sin tener que contar una historia", explicó el creador nacido en Nueva York, y que ha colaborado con artistas como el japonés Takashi Murakami.
Buren, conocido por haber erigido 260 columnas de tallas distintas en un patio del Palais Royal -las llamadas "columnas de Buren"-, influyó también en la silueta perpendicular que propuso Jacobs para la primavera y verano 2013.
"La colección se traduce en una silueta muy sencilla, recta, con tres alturas: corta, mediana y larga, como las columnas. La única curva es la manga", señaló el diseñador, que remplazó el monograma de la casa, "LV", con al damero de Louis Vuitton, patrón emblemático de esa firma desde 1888.
El damero "es un motivo en movimiento, un ritmo, una ecuación matemática, una especie de movimiento y de cambio perpetuo", agregó Jacobs, el último de los grandes diseñadores que desfiló este año, después de la presentación el martes por la noche de la casa Alexander McQueen, cuya diseñadora, Sarah Burton, se inspiró en el mundo de las abejas.
Burton recreó para su desfile el panal de las abejas en chaquetas, shorts y pantalones de riguroso corte arquitectónico, presentados por modelos tocadas con sombreros en cuero y velo negros, como los que usan los apicultores.
La revista especializada Women's Wear Daily escribió que Burton fue influencia también por las eróticas "Vargas girls", esas jóvenes de largas piernas y cabellera, caderas estrechas y pechos exuberantes, que fueron creadas por el dibujante peruano Alberto Vargas, nacido a fines del siglo XIX.
Los dibujos de estas sensuales mujeres -que figuran en almanaques, posters y calendarios, y que forman parte de la cultura estadounidense- supieron consolar a millares de soldados y marinos estadounidenses, y ahora inspiran a creadoras como Burton.
Esta Semana de la Moda fue una de las más históricas de los últimos tiempos, gracias al estreno de los diseñadores Hedi Slimane, para la casa Saint Laurent, y Raf Simons, para Dior, cuyos desfiles se saldaron con un triunfo.
Según profesionales de moda, el nivel de estas pasarelas ha sido "excepcional".
En esta Semana vimos "una sucesión de desfiles excepcionales", dijo a la AFP Serge Carreira, profesor de la Universidad de Ciencias Políticas de París.
Un punto de vista que es compartido por Jean-Jacques Picart, consultor de casas de lujo, que subrayó que las pasarelas parisinas demostraron "un nivel rara vez alcanzado".
Los expertos de moda coinciden que las dos colecciones más esperadas, la de Raf Simons para Dior y la de Slimane para Saint Laurent, cumplieron con las promesas.
Pero para algunos, el desfile de Slimane, que presentó su primera colección femenina, fue sobre todo un vibrante homenaje a Yves Saint Laurent.
"El verdadero trabajo de Slimane para esa firma" se verá quizá en los próximos desfiles, escribió la influyente reportera de moda Suzy Menkes, del International Herald Tribune.
Slimane debería "utilizar los códigos de YSL la próxima temporada para ir hacia adelante, y pasar de un homenaje a algo más dinámico", advirtió Menkes.
En medio del clima alicaído del momento, el único desfile que quizá expresó un gozo de vivir fue el de Jean Paul Gautier, que rindió homenaje a la creatividad de los artistas y músicos de los años '80.