Recargada ycon punzadas más directas, Alejandra Azcárate le hizo caso a sus fieles seguidores para regresar a las tablas del Teatro Nacional con su exitoso stand-up comedy que tiene como blanco principal a los hombres y las suegras.
Los novios, ex y amigos con derechos, los celos, la constante búsqueda de pareja, el matrimonio, la luna de miel, las suegras, la convivencia, el sexo y los cachos son algunos de los temas que se retomarán desde pasado mañana hasta el 22 de septiembre en la afamada comedia Descárate con la Azcárate. De jueves a domingos, todos los que “aman” a esta mujer, podrán seducir sus oídos con el sarcasmo y franqueza que la caracterizan.
Luego de su inigualable éxito en las anteriores temporadas -donde más de dos millones de personas disfrutaron de su espectáculo- convirtiéndose en un fenómeno de taquilla, la actriz y presentadora decidió atender las peticiones de su público y volver con su estilo franco, desparpajado y cargado de humor negro. La Azcárate es la única en nuestro país que en una sola función ha reunido más de siete mil novecientas personas. Tres temporadas agotadas en nuestras salas, dos años consecutivos participando exitosamente en el Festival Iberoamericano de Teatro, múltiples giras nacionales con aforos agotados, funciones abrumadas de gente en Miami y la única que no se agota es ella.
Su éxito gracias a la magnífica respuesta de los espectadores y la crítica, la han llevado a ser considerada hoy como la abanderada del género. Un monólogo realista, sarcástico y crudamente divertido que, durante una hora y cuarenta y cinco minutos, revela lo difícil que es ser mujer en las distintas etapas de la vida tocando con acidez el diario vivir de las relaciones de pareja. Un espejo frente al cual más de uno se sentirá identificado, a través de la sátira que caracteriza a la actriz.
Quienes aún no han podido verla y quienes quieran regresar, La Castellana abre sus puertas para que no dejen pasar esta oportunidad de “ahogarse” de la risa. No se la pierdan porque como dice Alejandra: "Ellos nunca nos van a entender y nosotras jamás los vamos a cambiar".