El papa Francisco regresó este viernes al Vaticano tras un retiro de seis días en un convento de las afueras de Roma donde cumplió los tradicionales ejercicios espirituales de la Cuaresma.
Los retiros espirituales coincidieron con el primer aniversario del pontificado, que Francisco decidió festejar de manera sobria y pidiendo que recen por él.
Con un tuit dirigido el jueves a sus seguidores el papa pidió que lo acompañen con oraciones en su tarea de líder de la Iglesia católica.
"Recen por mí", tuiteó el papa en su cuenta @pontifex en nueve idiomas.
El papa pasó esos días en la pequeña localidad de Ariccia, a unos 20 kilómetros de Roma, acompañado por 80 miembros de la Curia Romana.
Por primera vez los retiros espirituales se realizaron fuera del Vaticano y para la ocasión, cada asistente pagó de su bolsillo los gastos de estadía.
El papa acompañado por los participantes regresó a bordo de autobuses comunes, tal como lo hizo a la ida, generando admiración al rechazar el uso de automóviles de lujo oficiales.
Antes del regreso, el papa agradeció al párroco Angelo De Donatis, por las predicaciones preparadas para la ocasión.
"Gracias por todo esto. Le pido que continúe rezando por este 'sindicato de creyentes' (ríe), todos somos pecadores, pero todos queremos seguir a Jesús más de cerca, sin perder la esperanza en la promesa, y también sin perder el sentido del humor. Gracias, padre", le dijo el papa, según informó Radio Vaticano.