La vestimenta es clave para la imagen y por eso se debe elegir prendas que se adapten a la personalidad, estilo de vida, tipo de cuerpo y sobre todo a la edad. Querer lucir bien, a la moda y juvenil vas más allá de comprar piezas que se ven en el maniquí de un almacén. La respuesta está en utilizar atuendos que cumplan con los estándares de etiqueta y buen gusto, pues lo que calza perfecto a los 20 ya no es funcional a los 30 porque el paso de los años viene acompañados de cambios físicos que deben ser complementados con el guardarropa.
De los 20 a los 30: explorar
Esta es la edad en la que se experimenta nuevas vivencias, por lo que utilizar prendas extravagantes, osadas y con matices muy personales como el color y los cortes poco usuales son completamente válidos, aunque siempre es recomendable llevar esa originalidad de la mano con la moda.
En materia de trajes y atuendos serios es recomendable usar cortes rectos y pegados, tipo Slim, así como zapatos con puntas ligeras. Para dar a ese look un toque personal, se recomienda utilizar corbatas de colores vivos como azul marino, verde limón, fucsia, purpura o naranja. En cuanto al saco es preferible optar por uno con corte asimétrico que no tenga estampado ni costuras a la vista, ya que quedaría demasiado.
Los jeans, tenis y camisetas con estampados discretos están permitidos durante los fines de semana y en actividades informales. Las gorras deportivas también entran en los permitidos de esta edad.
De los 30 a los 40: elegancia
Los 30 son una etapa muy importante, ya que es la mezcla de la juventud y la madurez. Por eso para no cometer ningún error y pasarse de la línea, se recomienda optar por prendas elegantes, que realcen la experiencia y sofisticación que trae consigo esta edad.
A partir de los 30 se deben cuidar mucho más los colores y los cortes de la ropa que se selecciona. Aunque todavía está permitido jugar con varias gamas, no es apropiado elegir tonos demasiado vibrantes. Mientras los hombres más se acerques a los 40, su confusión por la moda se torna más profunda, pues algunos optan por prendas demasiado juveniles para contra restar la edad y otros pecan con piezas extremadamente sobrias y aburridas.
Respecto a los pantalones y sacos, se recomienda elegir cortes amplios y cuidados que estilicen la figura. Pero ojo: siempre evite los pantalones de pinzas, ya que sólo crean volumen en el área del abdomen.
De los 40 a los 50: madurez y plenitud
Es en esta edad es cuando se debe lucir impecable en todo momento, la sobriedad es la palabra clave. Los colores son muy importantes; trate de elegir gamas monocromáticas, que incluyan negro, blanco, gris y azul oscuro. Los cortes deben ser holgados, pero con horma y buena caída.
Otra buena opción para esta edad es atreverse a usar trajes de raya con corbatas de lunares pequeños y discretos. También se debe comenzar a incluir accesorios como el chaleco, las mancornas y los pañuelos. Respecto a los zapatos, evite por completo las puntas muy prolongadas.
Para los fines de semana y ocasiones informales, se recomienda recurrir a las básicas camisas blancas de manga larga y jeans de tiro alto.
A partir de los 50: no más corbata
Aunque esta debería ser una edad más relajada, no se puede descuidar la imagen. A partir de los 50 se recomienda apostar por un look formal y dejar a un lado el uso de la corbata. Aporte elegancia al atuendo con blazer y pañuelo, así como zapatos de cordones.
También a esta edad es válido regresar a los colores vibrantes, en accesorios como corbatas, pañuelos y camisas, pero siempre y cuando el traje sea de un tono oscuro. Así mismo los abrigos y gabardinas también son un must de esta etapa de la vida, pero recuerde que no debes elegir modelos que te hagan ver como un clóset, es decir demasiado cuadrados.
En el uso de accesorios puede incluir las boinas, siempre y cuando no sean para tapar la falta de cabello.