Utopía, proyecto de paz y emprendimiento | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Junio de 2015

SER JOVEN, campesino, víctima de la violencia, tener escasos recursos económicos, amar el campo y querer convertirse en ingeniero agrónomo son algunas de las características de los estudiantes del proyecto Utopía de la Universidad de La Salle en Yopal, Casanare, que este mes cumple sus primeros 5 años. Gracias a este se hace posible una misión que empieza recorriendo las zonas de conflicto, buscando vereda por vereda a jóvenes campesinos para becarlos y convertirlos en profesionales del campo; en un proyecto de paz y de esperanza, que lleva el nombre del famoso libro del humanista inglés Tomas Moro, y que con el tiempo se ha popularizado como sinónimo de perfección, u objetivo inalcanzable, pero que está demostrado es totalmente posible. Utopía trabaja día a día con el desafío de ofrecer educación de alta calidad en la Colombia rural, la Colombia profunda, asumiendo los costos de educación, vivienda, alimentación, prácticas en el campo, instalación de laboratorios y todo lo necesario para ofrecer educación de altísima calidad y quitarle jóvenes a la guerra, para sembrar paz y desarrollo. Hoy este campus de 1.200 hectáreas ha recibido con los más altos estándares a jóvenes de más de 22 departamentos de Colombia, y ya cuenta con 72 egresados, entre hombres y mujeres. “Utopía es un proyecto que ha cambiado mi vida. No tengo palabras para explicarlo. Tengo tantas cosas en la cabeza, que no sé cómo expresarlo. Siento que Utopía es una experiencia maravillosa que todos los jóvenes del campo deberíamos vivir. La guerra nunca va a dar un ganador, la guerra ya marcó la historia de muchas personas, ahora es el momento de apostarle a la paz, escribir la paz”, afirma Juan Carlos, estudiante del programa Ingeniería Agronómica, beneficiario del proyecto. Para Carlos G. Gómez Restrepo, rector de la Universidad de La Salle, “Utopía es una respuesta educativa a una situación política. Es, entonces, una apuesta por la transformación del sector agropecuario del país. No solamente porque uno de sus componentes es el Programa de Ingeniería Agronómica, sino también porque entendemos que el sector agropecuario requiere mejorar urgentemente su productividad y su competitividad añadiéndole conocimiento y aplicando nuevas tecnologías y porque tiene que vivir una profunda transformación en las condiciones sociales que lo rodea”. Productividad a nivel nacional Con los resultados logrados, Utopía representa un modelo exitoso de educación superior rural para la paz y el posconflicto compuesto por cinco grandes componentes que dan cuenta de su integralidad. Estos son: el Programa de Ingeniería Agronómica, el Centro Lasallista de Investigaciones Agrícolas y Ganaderas, el Programa de Formación para el Liderazgo Social, Político y Productivo, el Laboratorio de Paz y el Componente de Emprezarización del Campo. En el año 2014 esta universidad graduó la primera promoción de Ingenieros Agrónomos de Utopía. En total fueron 40 profesionales que han regresado a sus zonas de origen para liderar procesos de desarrollo rural a través de sus propios proyectos agrícolas. Este 2015 se graduó la segunda cohorte, un grupo integrado por 35 estudiantes, procedentes de los departamentos de Vichada, Sucre, Meta, Caquetá, Arauca, Casanare, Cundinamarca y Bolívar. “Los estudiantes durante su último año de formación deben desarrollar en su lugar de origen un proyecto productivo, previamente planeado y planteado a sus docentes. Con esto buscamos tres objetivos. El primero es que los jóvenes regresen a su hogar convertidos en un motor de desarrollo local porque además de la formación en Ingeniería Agronómica, los capacitamos en liderazgo comunitario y en la emprezarización del campo, de manera que los otros dos objetivos es que sean agentes de transformación social y que promuevan la asociatividad para mejorar su calidad de vida y la de su comunidad”, explica Ricardo Bueno Buelvas Director del Programa de Ingeniería Agronómica. Los 42 proyectos productivos de los Ingenieros Agrónomos recién graduados en abril de 2015, están dedicados en un 23.8% al cultivo de plátano, seguido por yuca con un 21.4 % y plátano con 16.6 %. Confirmando, así el éxito de la metodología basada en el “aprender haciendo y enseñar demostrando”.