EL PROYECTO, que parte de una cita histórica entre el constructor de la Quinta y el Virrey Amar y Borbón, Usted es mi delicia, consiste en una intervención paisajística en el camellón de acceso de la Casa-Museo Quinta de Bolívar, y que contiene dos alcances: participación e injerencia. La historia, por su lado, integra la narración con el recuerdo. Así entonces, somos aquí, partícipes de la construcción de una nueva memoria.
Esta iniciativa, que recurre a un discurso histórico, exhibe, por medio de un lenguaje simbólico, hechos literales, aunque no tangibles. La calma del jardín, las ansias del anfitrión, la bienvenida a los visitantes, el afecto y la emoción.
Considerar una Casa-Museo y sus exhibiciones como atmósferas sensibles tiene resonancia en contextos diversos. Las estancias transforman su solemnidad en espacios para cenar, para dormir o para interactuar. Los recorridos entretejen lúcidamente historia y emoción para revelar sensibilidades antes excluidas. Nuevas colecciones se disponen para destacar procesos que, aunque periódicos y personales, trascienden en la memoria colectiva de una comunidad.
Este circuito sensorial refleja analógicamente como las exhibiciones, más allá de su materialidad, son eventos llenos de relaciones afectivas: cómo los visitantes del museo afectan la institución y cómo la emoción logra permear la vida cotidiana.
Como complemento a la exposición se realizará el Coloquio Afecto y emoción en el museo, hasta el 5 de julio. Participarán siete ponentes entre artistas, museólogos y dos instituciones culturales. La discusión final será moderada por Cristina Lleras. Entrada Libre.