Umbral Teatro: 30 años contando la historia de Colombia en escena | El Nuevo Siglo
La agrupación se presentará en el escenario bogotano, el 18 y 19 de febrero con una de las obras más emblemáticas, que da cuenta de los sucesos históricos y las heridas que ha dejado la violencia en el país.
Foto Fabián Bustos
Domingo, 13 de Febrero de 2022
Redacción Cultura

Preguntar sobre la historia y el presente de Colombia, y tomarlo como fuente de inspiración para cada una de sus obras, ha sido la identidad de la compañía Umbral Teatro durante su trayectoria. Una destacada compañía que hoy celebra tres décadas de fundación.

En medio de esta fiesta, la compañía presentará en el Teatro Colón, el próximo 18 y 19 de febrero, la obra “Rumor”, una producción, escrita y dirigida por Carolina Vivas Ferreira, que brindará a los espectadores una mirada a los sucesos históricos y las heridas que ha dejado la violencia en el país.

Dentro de la programación de aniversario de Umbral Teatro, el 19 de febrero se realizará un conversatorio presencial en el fóyer del Teatro Colón alrededor del lanzamiento del libro: “Teatro y país, ocho obras de Carolina Vivas Ferreira”. La directora estará acompañada por la actriz y directora teatral Sandra Ortega y el escritor y dramaturgo Sandro Romero Rey, quien hizo el prólogo para esta recopilación.

Vivas habló en entrevista con EL NUEVO SIGLO sobre las dificultades que ha afrontado y las piezas más emblemáticas de la compañía, así como también sobre la celebración de este aniversario.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué es lo que ha identificado a Umbral Teatro durante estos 30 años?

CAROLINA VIVAS: Umbral Teatro nace en febrero de 1991. Hemos sido fundamentalmente un equipo de investigación. De las personas que fundamos el grupo, que llevamos todos estos años, somos una base de cinco personas, pero en realidad, en todos los montajes de repertorio que tenemos, que son 14, somos 27 artistas, entre actores, músicos, videoartistas, el otro director y compositor Ignacio Rodríguez, y yo que hago la dramaturgia y dirijo en algunas ocasiones.

Este grupo tiene la virtud de no haberse cerrado sobre sí mismo. Entonces hemos logrado establecer un diálogo todo el tiempo con las nuevas generaciones. Por eso, en Umbral uno encuentra actores desde muy jóvenes hasta de 70 años.



Eso es Umbral Teatro: un equipo de investigación que ha hecho durante estos años un aporte en primer lugar, dialogando con grandes autores de la dramaturgia del mundo, pero también creando una dramaturgia propia. Un rasgo central de nosotros es atrevernos a preguntar sobre la historia y el presente de nuestro país, a lo largo de los 30 años.

ENS: ¿Cuáles han sido las mayores decepciones de la compañía a lo largo de su trabajo?

CV: Siento que nosotros asumimos el oficio como una postura de vida, entonces cuando uno escoge de manera absolutamente consciente dedicarse al teatro, no hay lugar para las decepciones.

A pesar de que en realidad no hay apoyo a la investigación artística y a la científica, porque todo el problema es el dinero y es una época en la que el ser humano ha perdido todo valor, pues la creación y el arte se vuelven un acto de resistencia tremendo. Y cuando uno está en constante resistencia no hay lugar para la decepción.

Para nosotros este es siempre un acto de alegría y un logro, por lo que no hay fuente de decepción. Ahora, claro que es probable que la crítica eventualmente lo destroce a uno, pero ahí hay dos opciones: leer con mucha atención, desentrañar realmente si la crítica es positiva, qué aspectos son los que está reconociendo, y si es negativa también tratar de detectar efectivamente, si es que el crítico tiene razón, desde dónde lo está mirando.

ENS: Por supuesto, también hay glorias, ¿Cuáles son esos éxitos que ha alcanzado Umbral?

CV: No sé bien cómo se mide el éxito. Pero sí hay obras y montajes que son muy afortunados por la crítica y hay otras que son invitadas a los festivales. Esto sucede porque el destino de las obras, la ruta que siguen, para nosotros es muy importante.

Nosotros mantenemos el repertorio, lo que indica que podemos hacer que nuestras obras sigan siendo vigentes, entonces cuando volteo a mirar, no hablaría de éxitos, sino de obras muy emblemáticas.

Son obras que han dado materia de investigación y han sido objeto de estudio de investigadores muy importantes del país.

Tenemos títulos memorables como “Rumor”, que fue acogida por el público y la crítica; “Donde se descomponen las cosas de los burros”, que la vamos a poner en el Teatro Ensueño el 25; “Gallina y el otro”, que ha permanecido en repertorio durante 20 años; “Cuando el zapatero remendón remienda sus zapatos”, que ganó el año pasado el Premio de Dramaturgia Femenina; o “La ópera de tres centavos”. Estas son obras que las siguen pidiendo, que siguen siendo pertinentes; y otras que no tanto.  

ENS: En este aniversario se presentará “Rumor” en el Teatro Colón, ¿Qué significa esta obra para la compañía?

CV: Esta obra la hicimos antes de la pandemia, de hecho, se estrenó en noviembre del 2019, y duramos todo ese año investigando y creando. Pero luego viene la pandemia, que paró un poco todo. Sin embargo, no nos detuvimos, sino que nos la arreglamos para hacer un experimento extrañísimo, aunque productivo y un poco a contra voluntad, que era hacer teatro por zoom.

Logramos hacer la obra por esta plataforma, que tuvo consecuencias estéticas. La estrenamos el año pasado el 1 y 2 de julio, en una coproducción con el Teatro Mayor, después de luchar con los actores enfermos de covid dos días antes.

Lo normal sería estar celebrando en este momento los 30 años con “Los Mártires” porque esa fue la obra que hicimos para esta fecha, pero en el caso de “Rumor” es una obra que precisamente por haber sido hecha por Zoom, entre otras cosas se había quedado con muy pocas funciones por la pandemia, el paro y diferentes situaciones.

La obra fue escrita en el 2015, pero es producto de una investigación que el grupo realizó con un proyecto que se llama “Cuerpos, fiesta, memoria y sanación”, un trabajo que hacemos con las comunidades rurales en zonas de conflicto y donde el objetivo no es el teatro, sino que es una herramienta.

Necesariamente mi imaginario como autora, después de estas experiencias, viene absolutamente cargado de imágenes e historias, así como un acervo testimonial entregado voluntariamente con la mayor honradez. Finalmente escribo esta obra y con muchas preguntas y con unas resoluciones técnicas que encontré de la escritura, que respondían a preguntas éticas porque trabajar con una realidad tan dolorosa, realmente exige proponerles a los espectadores desde dónde mirar, porque no se trata de contar hechos que la gente conoce.

ENS: También se lanzará un libro en conmemoración al aniversario, ¿De qué se trata?

CV: Este libro recopila ocho textos míos, no todos lo que hecho en Umbral porque tenemos en el mercado el libro de los 25 años, titulado “Dramaturgia y presente”, que tiene tres obras.

Para esta ocasión escogimos textos de diversos momentos de estos 30 años que dan cuenta de nuestra poética y del desarrollo de nuestros lenguajes.

El libro se llama “Teatro y país” porque de todas las obras que están allí publicadas, en realidad son un ejercicio de memoria, no solamente con el testimonio como fuente dramatúrgica, sino también la crónica, la historia misma.