Se trata de un cuadro del modernista Edward Hooper, que, sin embargo, está muy lejos de lo que costó hace un año un da Vinci
UN AÑO después del tsunami del mercado del arte, cuando un Leonardo da Vinci se vendió por 450,3 millones de dólares, la temporada de remates de otoño boreal retorna con posibles nuevos récords para artistas, aunque lejanos a ese hito.
Los favoritos de la semana próxima en Nueva York, la capital del mercado internacional del arte, son una obra de Edward Hopper, el modernista más popular de Estados Unidos, valorada en 100 millones de dólares, y otra de la leyenda viva británica David Hockney, cuya icónica pintura en una piscina plasmada tras una ruptura amorosa se estima que alcanzará los 80 millones.
En la primavera boreal pasada, la venta de Christie'sde, la icónica colección de arte de los Rockefeller por 832 millones de dólares marcó un nuevo umbral para multimillonarios con planes de separarse de sus colecciones.
Este otoño habrá subastas de otras colecciones, al morir los ricos que acumularon arte a mediados del siglo XX y pasar la posta a una nueva generación cada vez más internacional.
Entre ellas figura la colección de Barney Ebsworth, el empresario estadounidense que falleció en abril. Tras hacer fortuna en la industria de los viajes y cruceros, amasó una remarcable colección de arte estadounidense del siglo XX.
La estrella es la pintura de 1929 "Chop Suey" de Hopper, que Christie's espera vender por 70 o 100 millones de dólares.
Una tremenda ganancia. Ebsworth compró la tela en 1973 por 180.000 dólares y esta venta podría representar un nuevo récord en remates para el artista, si supera los 40,4 millones pagados en 2013 por "East wind over Weehawken".
Otras obras podrían cruzar el umbral de los 100 millones de dólares esta temporada, pero en estos tiempos las cifras no son tan increíbles.
La subasta de los Rockefeller "probó que el mercado es lo suficientemente profundo como para absorber una amplia cantidad de obras de arte cuando son ofrecidas simultáneamente", dijo Adrien Meyer, codirector de arte moderno e impresionista de Christie's.
"Si logramos pasar ese test, todo es posible", añadió.
Cambio generacional
Hockney también está en carrera con su "Portrait of an Artist (Pool with Two Figures)", valorado en US$80 millones y que podría marcar un nuevo récord en subastas para cualquier artista en vida.
El récord es ostentado hoy por Jeff Koons y su "Balloon Dog (Orange)", que Christie's vendió por US$58,4 millones en 2013.
"Raramente podemos decir: 'esta es la oportunidad de comprar la mejor pintura del artista'", dijo Ana María Celis, vicepresidenta de arte de posguerra y contemporáneo de Christie's. "Esta vez es así", remarcó.
Publicitando más de mil obras que espera alcancen 1.000 millones de dólares en ventas, Christie's prevé una vez más dejar atrás a su rival Sotheby's.
Sotheby's puede no estar buscando los mismos titulares, pero espera ofrecer a los amantes del arte decenas de lotes en la categoría de más de 10 millones de dólares.
Uno es "Pre-war pageant" de Marsden Hartley, de 1913, uno de los prominentes pintores estadounidenses de la primera mitad del siglo XX.
Estimada en 30 millones, la pintura podría marcar un nuevo récord para Hartley.
Podría haber récords para Rene Magritte, Wassily Kandinsky y Willem de Kooning, lo cual evidencia la fortaleza del mercado.
"Si no quieres inundar el mercado, hay que hacer una curaduría", dijo Gregoire Billault, jefe del departamento de arte contemporáneo de Sotheby's.
"Tratamos de ser diferentes y relevantes", dijo. Y de ofrecer "lo que la generación más joven te dice que quiere comprar".
Las subastas de arte bianuales en Nueva York permiten al público general apreciar durante unos días un arte que solo ha sido expuesto en residencias privadas durante décadas.
Hasta que una nueva generación de compradores, más distribuidos que nunca alrededor del mundo, se dispute y obtenga su posesión en subastas teatrales.
"Grandes colecciones que fueron creadas en los años 50, 60 y 70 son ahora propiedad de coleccionistas que ya no están entre nosotros, o están por pasar a la próxima generación", explicó Meyer.
"El mercado del arte verá surgir grandes colecciones en el futuro muy cercano. Creo que solo hemos visto la punta del iceberg de lo que vendrá", agregó.
Carta de Baudelaire
La semana pasada una carta de juventud del poeta francés Charles Baudelaire, anunciando su intención de suicidarse, se vendió por 234.000 euros (269.000 dólares), el triple del precio estimado, en una subasta cerca de París de misivas del autor de "Las flores del mal".
La estrella de la venta fue esta carta de Baudelaire, fechada en junio de 1845, dirigida a su amante Jeanne Duval, y que estaba estimada entre 60.000 y 80.000 euros. Ahora formará parte de una colección privada francesa, según la casa de subastas Osenat, situada en Fontainebleau, cerca de la capital francesa.
"Cuando la señorita Jeanne Lemer le entregue esta carta, estaré muerto (...) Me mato porque no puedo vivir más, pues el cansancio al dormirme y el cansancio al despertarme me son insoportables" escribe el poeta.
Baudelaire se apuñalaría, sin graves consecuencias. Tenía entonces 24 años, y vivió otros 22. Murió en 1867, devastado por la sífilis.
Otras cartas de Baudelaire también están en venta. Y también forman parte de la colección de cartas que le escriben Barbey d'Aurevilly, Delacroix, Victor Hugo o Manet.