EL camino que recorremos para llegar a nuestro destino final también hace parte del viaje. Por eso es indispensable hablar de un medio de transporte que no sólo hace parte de poco más del 50% del parque automotor en Colombia, según el estudio de la Universidad Nacional, El motociclista colombiano: análisis, contexto de impactos y perspectivas, sino que ofrece a sus usuarios una experiencia más sensible y diferente, que aquellos que prefieren viajar dentro de un carro o un bus.
“Cuando se viaja en dos ruedas, se pueden apreciar a fondo los aromas, las temperaturas, los sonidos y los paisajes que ofrecen las variadas regiones de nuestro país. Y para disfrutar completamente de esta experiencia con seguridad es importante seguir la rutina de los cinco minutos de vida, que es destinarle un tiempo para hacerle una revisión completa a la motocicleta antes de salir a rodar”, afirma Analucía Isaza, gerente de comunicaciones corporativa en Auteco.
Esos cinco minutos de vida consisten en hacerle un chequeo a las llantas para garantizar que estén en buen estado, así como a la presión del aire. Posteriormente, se debe revisar la cadena y los dientes de engranaje, y verificar el estado de los líquidos, de las levas y las guayas, la suspensión, los frenos, los retrovisores, las luces y el pito.
Estos son los destinos recomendados:
Santuario de Las Lajas – Nariño: Este santuario tiene un estilo arquitectónico neogótico, es uno de los lugares de peregrinación católica más famosos del país y del continente. Por su belleza, fue elegido en el año 2015 como uno de los 23 templos más bellos del mundo por el diario The Daily Telegraph. Además, fue declarado patrimonio cultural de Colombia. Se encuentra a un poco más de 18 horas de Bogotá si se toma la ruta Neiva-San Agustín.
Barichara – Santander: Barichara significa “lugar de descanso” en dialecto guane, un derivado del chibcha. Es un municipio ubicado en el departamento de Santander, a un poco menos de siete horas de Bogotá. Su centro histórico fue declarado patrimonio cultural del país por su conservada arquitectura urbana del siglo XVIII, pues calles empedradas y construcciones pintadas de blanco parecen congeladas en el tiempo de la colonia. Es el destino ideal para aquellos moteros que aman las paradas en su viaje, pues por su recorrido pueden conocer Moniquirá, el gran Cañón del Chicamocha y el municipio de San Gil, famoso por su variada oferta de deportes extremos.
Caño Cristales – Meta: A más de 22 horas de Bogotá, es un destino que pone a prueba aquellos pilotos capaces de enfrentarse a carreteras sin pavimentar, por lo que es recomendable usar una motocicleta de alto cilindraje. Sin embargo, según los moteros que se han atrevido a visitar el lugar, es un viaje que vale la pena. Caño Cristales o “el río de los dioses” ha sido aclamado en numerosas ocasiones como uno de los ríos más bellos del mundo.
Embalse Peñol - Guatapé – Antioquia: Construido en la década de los 70, es un embalse ubicado en el oriente Antioqueño, conocido como uno de los ecosistemas compuestos por lagos o estanques más grandes de Colombia. Es muy conocido por su belleza natural y por los numerosos deportes acuáticos que allí se practican. En época de verano, los turistas pueden disfrutar de las playas de arena que se forman a orillas de este bello destino. Los motociclistas que elijan este lugar podrán llegar en un poco más de ocho horas y hacer paradas para recobrar energía en Villeta y Guaduas.
Cabo de la Vela: Ubicada en la costa del desierto de la Guajira, fue descubierto por el español Juan de la Cosa al llegar a una porción de tierra habitada por el pueblo indígena Wayúu. Es conocido por ser un lugar cuya belleza está dividida entre el desierto y el mar caribe, perfecto para aquellos aventureros que disfrutan del mar y el calor. Además, es el destino ideal para aquellos moteros que quieren regalarse el viaje de su vida, pues es una oportunidad para recorrer Colombia, desde su centro hasta su extremo norte. Este destino exige una motocicleta off road.