Por: Jerónimo Rivera-Betancur
Docente Universidad de La Sabana
Colombia presenta una característica que a muchos puede parecer sorprendente. Según estudios del Observatorio de Medios de la Universidad de La Sabana (Arango y González, 2009[1]), la cantidad de hogares que en el país cuenta con televisión internacional por suscripción está entre el 60 y el 80%.
Sin embargo, aunque la penetración del cable (de forma legal e ilegal) es tan alta en el país, la inmensa mayoría de los colombianos sigue prefiriendo la televisión programada por los dos canales privados colombianos (que son realmente públicos, aunque de capital privado). Estos canales atraen la atención de la mayor cantidad de espectadores con algunos productos de buena factura y otros que dejan mucho que desear.
Muchos televidentes se quejan de la calidad de la televisión nacional, pero no se percatan de que en Colombia hay cinco canales nacionales de señal abierta, nueve por suscripción, más de 30 regionales y una gran oferta de canales locales y comunitarios en municipios de todo el territorio nacional. Hay que decir, a favor de los privados, que la presión del rating es una camisa de fuerza para muchas de sus decisiones.
Hace un mes tuve la oportunidad de participar por segunda ocasión como representante de la crítica en los Premios India Catalina de televisión y pude ver muy buenos productos televisivos producidos desde municipios, universidades y canales de televisión pública de todo el país. Fueron muchas horas de televisión nacional que quiero compartir con ustedes, pues muchos de estos productos presentan ideas originales y bien desarrolladas que contrastan con los programas reencauchados, repetitivos y facilistas que a veces se ven en los grandes canales nacionales.
Es interesante notar que algunos canales públicos de televisión empiezan a buscar su identidad y se interesan por ser asociados a determinado tipo de contenido audiovisual. Señal Colombia es hoy un espacio privilegiado para la cultura y allí se pueden ver documentales, interesantes programas culturales e incluso el cine colombiano que pasa menos de una semana por la cartelera. Canales locales como Telemedellín y Canal Tr3ce están innovando con espacios de variedades que hacen énfasis en la participación de los televidentes. Canal Capital se la ha jugado por los géneros de opinión y Telecaribe está propiciando la participación activa de las universidades en su programación. Teleantioquia y Telepacífico le apuntan a la producción local de documentales y seriados y Teleislas pretende fortalecer la identidad de la comunidad insular.
En próximas semanas resaltaré algunas de estas buenas ideas invitándolos a que las conozcan y sigan. Allí, en estos productos sin pretensiones, puede estar la salida a la falta de creatividad que hoy en día abunda en nuestra televisión.
[1]Arango, G y González, M (2009). Televidencias juveniles en Colombia: fragmentación generada por un consumo multicanal en revista Palabra Clave, Vol. 12 # 2.