Las antenas de comunicación celular no tienen efectos nocivos en la salud de las personas que están expuestas a sus campos electromagnéticos, sostuvo hoy Renato Sabbatini, Presidente de la Junta de Administración Edumed Institute de Brasil.
Sin embargo, Sabbatini, quien es biomédico, doctor en Fisiología y Biofísica y hace parte del Grupo de Investigación sobre los Impactos de la Comunicación Inalámbrica en Salud, advirtió que por protección de los menores no es recomendable el uso de aparatos celulares antes de los cinco años de edad, debido a que los huesos de su cráneo son más delgados y por esta razón podrían sufrir algún trauma.
Al intervenir en el primer Congreso Colombi@TIC 2013 “Ciudadano Móvil, siempre conectado”, que concluye hoy en el Hotel Cosmos 100 de Bogotá, esta autoridad en la materia echó abajo mitos sobre los potenciales daños para la salud derivados de las emisiones electromagnéticas de los teléfonos celulares y de las antenas que permiten la comunicación entre éstos y los efectos indirectos del uso del celular, por ejemplo, la interferencia electromagnética sobre marcapasos y equipos médicos.
Renato Sabbatini calificó como mitos temores generalizados, los siguientes: que las personas que habitan cerca de torres celulares tienen mayor incidencia de cáncer, leucemiasy otras enfermedades; que las antenas deben ubicarse a una distancia mínima de las habitaciones humanas y que es peligroso ubicar antenas cerca de hospitales y escuelas.
Dijo que así lo revelan más de 60 años de investigación y cerca de 25.000 trabajos científicos, revisados por la Organización Mundial de la Salud.
Renato Sabbatini, profesor adjunto del Departamento de Genética de la Universidad de Campinas en Brasil, recalcó que está comprobado que no existen daños para la salud humana cuando las antenas que permiten la comunicación celular están ubicadas a una distancia de alrededor de 30 metros, que es lo que representa la distancia de ésta a la tierra, lo que implica que las personas podrían vivir tranquilamente en la base de la torre, porque las emisiones electromagnéticas son mínimas y no afectan la salud.
Sabbatini manifestó que los beneficios directos a la salud por el uso de celulares son inmensamente mayores que los potenciales (todavía teóricos y no constatados) efectos adversos.
Por último y aunque no hay evidencia científica, los expertos recomiendan precaución a quienes usan el celular en exceso – más de 4 horas diarias- y por más de 20 años, tales como hablar menos, evitar el contacto directo y mantener el aparato alejado del cuerpo mediante el uso de manos libres, alta voz o bluetooth.