Concientizar y transformar. Esos son los ideales con que la artista colombiana Andrea García concibió su exposición, “Tejidos Urbanos”, una muestra de obras de arte fabricadas con tapas, aluminio, yeso, envases PET, botellas plásticas y entre otros materiales reciclados para reflexionar no solamente sobre el daño ambiental, sino el entorno social.
“Cada persona es parte de un todo. Es necesario comprenderlo, así como el hecho de que ese todo es un bien común y de que es posible trabajar en equipo”, afirma la artista colombiana Andrea García al explicar el argumento de la exposición que inaugurará el próximo 23 en la Biblioteca del Country Club de Bogotá.
Estos son la vía de expresión que la artista ha encontrado para materializar su filosofía. Se trata de formas que resultan de entrelazar, cada uno por aparte, tres materiales: yeso, tapas de aluminio y botellas plásticas o PET. En la sala de exhibición, cada tejido tendrá su espacio para que puedan ser recorridos, pero también habrá una instalación de luz y sonido que recordará sus orígenes.
La concepción de la exposición parte de dos inquietudes presentes en el proceso creativo de la artista. La primera es la social y lo que podemos construir en comunidad. Estos quedaran evidenciados con su formato y la construcción de la misma.
La segunda inquietud es la ambiental. Ella cree firmemente que lo que una persona desecha puede ser útil para alguien más. Por eso, se ha dedicado a cuestionar su consumo de diferentes objetos y lo que otros botan para que a partir de ahí se genere una transformación de esos objetos y materializarla en obras de arte que recuerdan ese cambio que, con respecto a la basura, aún se debe producir en el entorno social.
“Llevo 10 años recolectando los desechos de mi consumo para elaborar estas piezas. Pero ahí no termina el ciclo, porque una vez generado, es necesario preguntarse qué se puede hacer con eso que ya existe. Al transformarlo en una pieza de arte, generamos conciencia no solo en torno a las problemáticas ambientales que hoy enfrentamos, sino en torno a el ‘desecho social’ que también experimentamos a menudo”.
En la actualidad, así como se bota una botella plástica o una lata de cerveza, se obliga a las personas a actuar según lo preconcebido o lo que la sociedad espera de ellas, lo que se debe hacer o no. Y esto lo único que logra es que la experiencia humana se reduzca a esas directrices y que las personas se pierdan de experiencias por no salirse del patrón establecido.
“Si entendemos la basura, al mismo tiempo estamos ayudando a una porción de la sociedad que nadie está mirando. Nos ayuda a comprender por qué también desechamos gente o relaciones y a descubrir por qué tenemos ciertos patrones que moldean nuestro comportamiento diario, aunque ni siquiera los hemos cuestionado ni mucho menos sabemos de dónde salieron. Nos ayuda a ver que lo poco incluyente que somos”, dice la artista.
Transformando la sociedad
Durante la exposición, igualmente, se visibilizará el trabajo que la artista viene haciendo desde hace cerca de 10 años con la Fundación Manos Amorosas, que agrupa a mujeres de la localidad de Los Mártires que están en situación de vulnerabilidad con el fin de favorecerlas y transformar su realidad.
Ellas reciben capacitación por parte de la artista y sus aliados en la fabricación de diferentes productos con los mismos materiales, como las latas de cerveza, y la misma técnica que ella emplea para crear sus esculturas. Con productos como diferentes modelos de carteras, la fundación ya ha participado en eventos como Expoartesanías, es decir que en aspectos como ese se ven los resultados del concepto de transformación que promueve.