Luchador, visionario y dramaturgo. Estas palabras describen la personalidad del maestro Eddy Armando. Quienes lo conocieron saben que él fue un hombre incansable luchador que trabajó siempre por sus ideales y por sus compañeros, un visionario que exploró los caminos que otros no se atrevieron, y un dramaturgo en todo el sentido de la palabra, que vivió y murió por el teatro.
Por esta razón le rendirán un homenaje en el Teatro La Mama, el escenario que fundó y dirigió, a través de la muestra de algunas de sus obras más emblemáticas. El tributo incluye el montaje En sueños de Bolívar, hoy y mañana, y la lectura dramática de la obra El Abejón Mono el 2 y 3 de marzo.
Adicionalmente, el XIII Festival Iberoamericano de Teatro se unirá al homenaje al Maestro: del 23 de marzo al 8 de abril de 2012 en la Ciudad Teatro de Corferias se realizará una exposición fotográfica con imágenes que evidencian diferentes etapas de la vida personal y artística de Armando; y el martes 3 de abril de 11:00 a.m. a 1:00 p.m. en el Auditorio Fabio Lozano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano harán el "Encuentro Homenaje Eddy Armando Rodríguez", en el marco del mismo evento.
El luchador incansable
La fuerte personalidad de Eddy Armando siempre quedará en evidencia en sus obras, con procesos creativos en el que sus contenidos y estéticas buscan reflexionar sobre la realidad nacional. Su teatro logró sobrevivir a épocas difíciles gracias a su convicción y pasión.
El maestro, director, actor y dramaturgo Eddy Armando nació en 1942 en Bogotá. Inició su carrera artística en 1962 en el Taller del Parque Nacional, y en 1966 fue cofundador de la Casa de la Cultura (hoy Teatro La Candelaria). Pero su más grande proyecto inició en 1968, con el Grupo de Teatro Experimental La Mama, que reunió a un puñado de reconocidas figuras del teatro colombiano: Kepa Amuchástegui, Paco Barrero, Germán Moure, Jorge Cano e Isidora Aguirre.
Tal y como lo dictaban lo cánones revolucionarios de La Mama Experimental Teather Club de Nueva York (EE.UU), este debía ser un espacio para la creación colectiva y la exploración de nuevas propuestas escénicas.
El teatro, a eso fue lo que Armando quiso dedicar su vida. Pero no fue un teatro cualquiera: su proyecto fue construir una dramaturgia con rostro colombiano, que revelara cada rastro de la realidad nacional.
Quedaron registrados en sus obras los secretos de su pensamiento y los misterios de su alma: El Abejón Mono, Chaupi Punchapi Tutayaca, Joselito Carnaval, Faunabula de un Ecocidio, Los Tiempos del Ruido, La Incertidumbre del Amor, En Sueños de Bolívar, La Melodía de Hamelin, Arrebatos de Mujeres, Entre Besos y Peloteras, Las Impurezas del Amor...Un Bolero, Ahí les dejo su H... P... Vida, Espíritus Migratorius, Memorias de Salomón y su último proceso de creación El Homenaje a Gabo. En estos montajes participaron y crecieron actoralmente artistas como Misael Torres, Consuelo Luzardo, Kepa Amuchástegui y Hugo Afanador.