El tabloide británico The Sun denunció en un editorial una "caza de brujas" luego de la detención de varios de sus periodistas por "corrupción", y expresó la indignación de verlos tratados "como integrantes de una banda criminal".
"The Sun no es un pantano que precisa ser higienizado", escribió Trevor Kavanagh, redactor en jefe adjunto del diario más vendido del Reino Unido y que pertenece al conglomerado de medios de comunicado del magnate Rupert Murdoch.
"La caza de brujas nos sitúa por debajo de ex Estados soviéticos en materia de libertad de prensa", estampó el editorial en su título.
En el texto, el periodista responsable se preguntó: "¿Es sorprendente que el Reino Unido haya caído nueve lugares, a la posición 28ª y por detrás de ex países del bloque soviético como Polonia, Estonia y Eslovaquia, en la clasificación mundial sobre la libertad de prensa?".
De acuerdo con el editorial, los periodistas de The Sun "son tratados como integrantes de una banda criminal, algo que en otra época habría provocado la indignación del Parlamento y entre los defensores de los Derechos Humanos y de las libertades públicas".
Cinco responsables de la redacción del Sun fueron detenidos el sábado en el marco de una investigación sobre pagos clandestinos supuestamente realizados por periodistas a policías a cambio de información.
Estas investigaciones por "corrupción" son llevadas en paralelo a las relativas a las interceptaciones telefónicas clandestinas practicadas por otro tabloide del conglomerado de Murdoch, el News of the World, que cerró en 2011 a causa del escándalo.
La policía detuvo a 17 personas por el escándalo de las escuchas ilegales, incluyendo a Rebekah Brooks, ex directora del News of the World, y otras 21 personas por cargos de "corrupción".
El escándalo de las escuchas ilegales y sus ramificaciones ya obligó al grupo Murdoch a indemnizar a más de 50 víctimas. De acuerdo con la policía, el News of the World interceptó clandestinamente teléfonos de unas 800 personas desde el año 2000, incluyendo a miembros de la familia real.
AFP