El cantante y compositor español explora nuevos géneros musicales durante sus viajes hacia Egipto, India y Cuba.
El flamenco se zambulló en el pop, es la conclusión que se puede sacar luego de escuchar el último álbum del español Antonio Carmona, quien ya tenía acostumbrados a sus fans a los sonidos típicos españoles.
El álbum debut del ex integrante del grupo Ketama, en el 2006 fue una declaración de principios. Vengo venenoso apuntaba la dirección en la que se había declarado, y ahora, con su segundo trabajo, De noche, ratifica que este flamenco está dispuesto a zambullirse enteramente en el pop.
Pero para quienes sientan que el cantautor se ha alejado de su esencia flamenca, él responde que, al contrario, todo se trata de ver cómo el mundo está conectado a sus raíces. Esos recorridos han atraído a, entre otros, el genial Quincy Jones, con quien Carmona anda haciendo sociedad en escenarios en Estados Unidos.
El nuevo trabajo surge, según explica, de lo que le han aportado tres viajes: a Egipto, India y Cuba. En cada destino identificó sonidos que están ligados a la cultura gitana.
"Las inquietudes las da la manera de observar el flamenco. Para mí es muy importante nacer donde he nacido, en una familia donde se hace un flamenco muy ortodoxo, pero a mí me abre el viajar y poder tocar con otros músicos y juntarme con otras culturas", explica Carmona, el heredero de los Habichuela.
Canciones como la que da el nombre al álbum, o Como debe ser, Madrid y Pa qué, conforman una apuesta vocal inusual en la que el artista mira hacia la balada, así como el blues. El tono flamenco está presente, pero no es el protagonista.
Pero es propio de Carmona cruzar esas fronteras. Eso era Ketama, la mítica agrupación de la que hizo parte desde los años 80 hasta el 2004.
Pesa en el resultado de este disco la presencia del productor argentino Gustavo Santaolalla (Gustavo Cerati, Bajofondo, Juanes). Sin embargo, también hizo fórmula con ese productor flamenco contemporáneo fundamental que es Javier Limón, en una versión muy especial y 'abolerada' del tango 'Las cuarenta', en la que Carmona canta a dúo con Concha Buika.
"Con Concha, lo que aporta al disco es ese salvajismo y esa manera de cantar, que parece que tiene arena en la voz (...) ‘Las Cuarenta’ pertenece a la banda sonora de mi vida, es un tango que he escuchado desde que era pequeño, y lo hemos adaptado al cha cha chá, y lo que me encanta es la letra", explica el cantante.
Otro momento particular: su dúo con Nelly Furtado en 'El camino de los sueños'.
"Con Nelly es otra cosa (frente a Buika), aportó muchísima elegancia. Detrás de esa carita guapa hay un muy buen músico, muy profesional y meticulosa con su trabajo, y me sorprendió mucho cuánto le gustaba 'Vengo venenoso'".
Así es de noche
El álbum es un desenfrenado paseo por el sonido pop, sin remordimientos. Contiene 12 cortes entre los que se destacan MySpace (una diatriba sobre Internet) y Bum Bum, que son dos rumbas; Madrid, Camino de los sueños, Como debe ser y Pa' qué, que son las baladas, y especialmente, el dúo con Concha Buika en 'Las cuarenta'. El trabajo fue grabado enteramente en Los Ángeles, Estados Unidos. El cantautor no se deja atar a un solo género porque extiende las alas abiertamente fuera del flamenco.