El teatro antiguo de Palmira, donde los yihadistas ejecutaban hasta hace poco a sus prisioneros, se llenó hoy de música militar, cantos patrióticos y banderas para conmemorar el centenario del Día de los Mártires, organizado por las autoridades sirias.
Aunque el país se encuentra sumido en cinco años de guerra que ha dejado más de 270.000 muertos, el régimen ha querido dar brillo a la ciudad antigua, seis semanas después que su ejército, apoyado por militares rusos, expulsara a los combatientes extremistas del Estado Islámico (EI).
"Estamos aquí para saludar a aquellos que murieron por salvar la patria y saludamos a los mártires de Siria y, entre ellos, a los héroes que murieron precisamente en este teatro", afirmó el presentador, antes de dar paso a la orquesta de la policía y del ejército, que entonaron el himno de los muertos.
El 25 de julio de 2015, el EI había difundido un video de la ejecución de 25 soldados en este teatro y uno de los muros aún presenta agujeros de bala.
Para mostrar el papel crucial desempeñado por su país, aliado del régimen sirio, en la reconquista de la ciudad, unos 20 soldados rusos subieron al escenario ondeando banderas rusas y sirias, antes del comienzo de la representación.
La víspera, en este lugar mítico, el jefe de orquesta ruso Valery Gergiev había dirigido un concierto sinfónico, interpretado por la orquesta del teatro Mariinski de San Petersburgo. Unos 400 espectadores, entre ellos muchos soldados rusos, asistieron al concierto "Oración para Palmira. La música vuelve a dar vida a los antiguos muros".
'Nube pasajera'
Las autoridades sirias trasladaron hoy buses a esta ciudad, conocida como "la perla del desierto", a delegaciones de todas las regiones de Siria bajo control gubernamental y distribuyeron al público a la entrada del teatro banderas sirias.
"Siempre soñé con volver a ver Palmira. Hemos venido para hacer revivir de nuevo Palmira ahora que se restableció la seguridad", afirmó a la AFP Zulfiqar Hasan, un dentista de la ciudad costera de Latakia.
La ciudad antigua forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.
May Aref, directora de una escuela de Damasco, espera que "este concierto marque para Palmira el regreso de su esplendor y que lo que ocurrió sea solo una nube pasajera".
Una coral interpretó canciones patrióticas de Fayruz, con ligeros retoques. Cuando la diva libanesa canta "mi padre partió con el ejército (...), combatió y ganó en Anjar", los cantantes cambiaron esta localidad libanesa por Palmira.
Entre cada canción, el público gritaba "Siria" y "los hijos de los mártires protegen al jefe de la nación", en referencia al presidente Bashar al Asad.
Seis semanas después de su marcha, Palmira luce todavía las heridas de la presencia durante seis meses de los yihadistas, que destruyeron con explosivos monumentos antiguos de esta ciudad milenaria como el templo de Bel o el arco del triunfo.
Las cicatrices de los combates por la reconquista de la ciudad también están bien presentes en los edificios sin fachada y en las carreteras destrozadas, donde los yihadistas habían escondido las minas que soldados rusos y sirios tuvieron que hacer explotar.
Pero la guerra no está lejos. El EI se encuentra a unos 30 kilómetros y no ha entregado sus armas. Hace algunos días, los yihadistas se hicieron con el control del campo gasístico de Shaer, no muy lejos. /AFP