Mantener una dieta equilibrada hará que nuestro organismo funcione adecuadamente y se minimicen los riesgos de padecer alguna enfermedad a futuro. Por ello, es importante iniciar con buenos hábitos de alimentación desde temprana edad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen alrededor de 2,8 millones de personas por obesidad o sobrepeso. En Colombia, según el Ministerio de Salud, más del 60% de los colombianos tienen malos hábitos al momento de alimentarse sumado al sedentarismo.
Érika Rodríguez, gerente de investigación, desarrollo y calidad de Pomar-Mulai, señaló que “alimentarse bien, significa consumir alimentos que nos proporcionen proteínas, vitaminas, calcio. Se deben evitar aquellos que pueden ser nocivos para la salud, como las grasas saturadas. Realizar pequeños cambios impactará de forma positiva en nuestro organismo, porque nos dará energía para realizar nuestras actividades diarias”.
Para incluir nuevos hábitos, es recomendable empezar por ser consciente de lo que se elige para alimentarse, comprendiendo lo que necesita el cuerpo para estar bien. También es necesario tomarse el tiempo de disfrutar lo que se consume, es decir, degustar los sabores y olores en cada bocado.
Hay factores externos como la ansiedad que pueden afectar los buenos hábitos alimenticios. Es importante identificar cuándo las emociones negativas como el estrés y la tristeza llevan a las personas a saciarse con comida que no alimenta o con exceso de productos.
“Cuando estemos consumiendo un alimento, es importante que estemos dedicados a esa tarea para que el cuerpo sea consciente de qué está comiendo y también, le enseña al cerebro a identificar cuándo se sienta satisfecho frente a la comida” afirmó Rodríguez.
Sin embargo, para no sacrificar su alimentación, siga estos consejos:
- Disfrute de la comida hecha en casa: ya que la puede hacer en familia, controle las porciones a comer y reduzca la ingesta de sal. Además, puede optar por hacer preparaciones al vapor o al horno.
- Consuma agua así no sienta sed: beba al menos 2,5 litros al día de este líquido, que puede combinar con infusiones, te o incluir alguna fruta para agregar sabor. No sustituya el consumo de agua por bebidas azucaradas.
- Evite comer aquellos alimentos procesados: son calorías vacías y no le aportan al organismo. En sus comidas escoja al menos 80% de alimentos frescos, en el que estén incluidas buenas fuentes de proteínas como: huevos, lácteos y carnes magras.
- En sus snacks incluya siempre frutas, bebida de nueces, así como leche o sus derivados que son buenos para la digestión, prevención de enfermedades, además son fuente natural de calcio.
- Otra opción son las bebidas tipo yogurt: que no contienen lactosa sino que están hechos con base vegetal. A su vez, cuentan con propiedades funcionales para aquellas personas que no pueden consumir derivados lácteos.
- Consuma lácteos descremados si busca un alimento rico en proteína, buen sabor y bajo en grasa. Acompáñelo con frutas a cualquier hora del día.
- Realice alguna actividad física. Esta no solo le aportará grandes beneficios a su cuerpo sino también a su salud mental.
- Duerma lo suficiente: descansar menos de 8 horas en los adultos puede afectar al metabolismo y activar las ganas de ingerir más alimento del debido.
- No sacrifique comer cada tanto un postre: lo puede preparar en casa con leche, crema de leche y yogur descremado. Elija la receta que más le guste por Internet.