El cerebro es el órgano regulador del cuerpo, se encarga de controlar desde las funciones vitales como respirar o el ritmo cardíaco, pasando por funciones más básicas como dormir, tener hambre, el instinto sexual o hasta las funciones superiores como pensar, recordar o hablar, gracias a la interconexión de 87 mil millones de células nerviosas, las neuronas. Al ser un órgano vital para el funcionamiento del cuerpo, es necesario cuidar de él.
Por esta razón, cuando una persona presenta pérdida de visión por un ojo de manera súbita, pérdida de fuerza en medio lado del cuerpo, dificultad para hablar, perdida del equilibrio al caminar, un fuerte dolor de cabeza de manera súbita, o la cara está diferente un lado del otro (cara o boca torcida), puede estar presentando síntomas de un posible ataque cerebrovascular (ACV) que requiere de atención inmediata.
Pasos para identificarlo
Según información de la Red Colombiana Contra el Ataque Cerebrovascular, el mundo entero utiliza el acrónimo FAST para recordar fácilmente los principales síntomas de un ataque cerebrovascular, y así poder actuar rápidamente. Tome nota y memorícelos: F (Face): Rostro o cara torcida, A (Arm): Brazo débil y dificultad para alzar las manos, S (Speech): Dificultad para hablar o expresión de incoherencias y T (Time): Si ve o presenta alguno de estos síntomas, llame al 123 o diríjase a emergencias.
Cada año, alrededor de cinco millones de personas a nivel mundial mueren de un ACV que no se trata de forma correcta, mientras que alrededor de 80 millones de personas en el mundo han sobrevivido un ataque cerebrovascular y más de la mitad de este porcentaje se ha enfrentado a consecuencias severas, ya que, si el paciente no recibe atención especializada en un lapso de cuatro horas y 30 minutos, puede quedar con secuelas para hablar, comer, bañarse o vestirse de manera independiente.
El doctor Pablo Amaya, neurólogo de la fundación Valle del Lili, señaló que “el servicio de urgencias es el mejor sitio para tratar un ACV incluso durante esta contingencia, no se quede en casa y acuda de manera inmediata para recibir una atención especializada”.
Sin embargo, a partir de la situación actual se espera que los casos aumenten, debido a que aparte de los pacientes que sufren de ataques cerebrovasculares, entre un 2,5% y un 5% de los pacientes que padecen Covid-19 también pueden tener un ACV.
Según el doctor Pablo Amaya, se encontró que en 11 centros de salud de alta complejidad, de referencia en el país, comparando los periodos de marzo a junio de 2019, con marzo a junio de 2020, se registró un descenso en la atención y hospitalización en pacientes con ataque cerebrovascular. Lo cual indica que los pacientes se están quedando en casa, están llegando de forma tardía y no están recibiendo un tratamiento oportuno, desencadenando secuelas importantes para su salud e incluso para la vida.
Debido al confinamiento y a la pandemia, las personas han dejado de acudir a los servicios de urgencias, lo cual según el doctor Amaya, es muy preocupante ya que, “Si el paciente no recibe tratamiento oportuno, el ataque podría ocasionar la muerte de la persona o traer consecuencias severas que pueden afectar la movilidad, el lenguaje, los sentidos o los procesos cognitivos. Por eso es indispensable actuar a tiempo cuando se presenta algún síntoma de un ACV, ya que, alrededor de cada segundo que pasa mueren 1.900.000 neuronas que controlan alguna función”.
Por último, el experto mencionó que la modificación de hábitos de vida, como, hacer ejercicio aeróbico al menos 30 minutos al día, mantener una dieta baja en sal, azúcares refinados, y grasas saturadas; al igual que evitar el consumo de alcohol y tabaco disminuyen el riesgo de tener un ACV.
Además, recalcó que “si una persona sufre de hipertensión arterial, diabetes o arritmias cardiacas como fibrilación auricular, debe tomar de forma adecuada y sin suspender los medicamentos indicados por su médico puede ayudar a prevenir un Ataque Cerebrovascular o Trombosis. También es importante que pacientes con alto riesgo cardiovascular o que ya hayan sufrido un ACV tomen sus medicamentos anticoagulantes o antiagregantes, no deben suspender los tratamientos porque las consecuencias pueden generarles complicaciones de salud”.